Mareos, cansancio y taquicardia, son algunos de los síntomas de la deshidratación por las altas temperaturas. El cardiólogo de Clínica Tarapacá, Dr. Braulio Vargas, enfatiza en algunos cuidados que deben tener los pacientes con enfermedades cardiovasculares tales como protegerse del sol y reducir las actividades que requieren un esfuerzo físico mayor.
En Chile, las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte. Los adultos mayores, niños menores de cuatro años, deportistas y quienes trabajan al aire libre o en lugares expuestos al calor, son las personas que tienen más riesgo de tener complicaciones cardíacas por temperaturas extremas.
En este contexto, si bien la actividad física aporta beneficios a la salud cardiovascular, las personas con insuficiencia cardiaca y otras enfermedades crónicas no deben practicar ejercicio al aire libre en condiciones de calor extremo, ya que el corazón tiende a trabajar más. El cardiólogo de Clínica Tarapacá, Dr. Braulio Vargas, explica que “esto pasa porque, ante condiciones ambientales de gran calor, el cuerpo busca disipar a través de la piel con la transpiración, lo que requiere que el corazón bombee más para envíar mayor cantidad de sangre a la piel”.
Incluso en personas sanas, la capacidad cardíaca para bombear todo lo necesario puede ser superada por la demanda de eliminar calor, lo que provoca que la temperatura corporal se eleve y altere el sistema metabólico, provocando dolor de cabeza y muscular. Sin embargo, las personas que padecen enfermedades cardiovasculares tienen una incapacidad de aumentar el flujo sanguíneo, por lo que los efectos pueden ser peores.
«Si el corazón no está bien y se ve obligado a bombear más sangre, no pudiendo por su condición de enfermedad, la persona puede sufrir cansancio, congestión pulmonar, baja de la tensión arterial y desmayos. En algunos casos extremos, incluso el corazón llega un límite donde no es capaz de compensar las condiciones de calor y puede ocurrir un infarto” explica el profesional de Clínica Tarapacá, Dr. Braulio Vargas.
Por otro lado, los síntomas de la deshidratación comienzan con una sensación de cansancio, mareos, taquicardia, calambres, e incluso, en situaciones más graves pueden llegar a aparecer convulsiones o pérdida total del conocimiento. Para prevenir la aparición de alguno de estos síntomas, el Dr. Braulio Vargas recomienda especialmente a personas mayores y niños hidratarse adecuadamente y consultar a un servicio de urgencias de presentar manifestaciones que sugieran gravedad.
Una de las recomendaciones que plantea el profesional, es “no exponerse excesivamente al calor por la sobrecarga que puede significar para el funcionamiento del corazón, sobre todo y si este está enfermo y también buscar estar a la sombra y hacer uso de medios físicos como una toalla húmeda o un ventilador para ayudar a disipar el calor”.
A esto se suma que todos aquellos pacientes sin problemas del corazón pero que presenten un elevado riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, tengan en cuenta las siguientes indicaciones:
- Evitar cambios bruscos de temperatura.
- Uso de ropa adecuada al clima y al tipo de ejercicio que se vaya a realizar. Es recomendable el uso de gorras o sombreros para cubrir la cabeza y lentes de sol.
- Limitar los esfuerzos físicos al aire libre, principalmente en las horas de más calor y si es posible, evitar salir en esos momentos.
- No consumir alcohol, porque altera la regulación de la temperatura corporal.
- Ingerir líquidos para evitar la deshidratación.
El Dr. Vargas concluye indicando que es aconsejable que todo paciente con enfermedad cardiovascular tenga una evaluación cardiológica frecuente, sobre todo si va a iniciar o mantiene alguna actividad física o programa de entrenamiento.