Antes de entrar a expresar algunos pensamientos, en esta oportunidad, nuevamente deseo recordar a mis amigos/as lectores que todo lo que escribo son las ideas que se me cruzan en la cabeza y el sentir de mi corazón. Nada más. No pretendo ser un maestro de las artes de la literatura y menos un versado de la academia del habla hispana. En una imaginaria comparación, sería como subirme a una tabla de surfear, sin tener la preparación indicada y profesional. Me aventuro osadamente en una hermosa y magnifica ola de nuestra mejor playa, les puedo dar por asegurado que me tienen que rescatar para salvar mi vida.
Entonces, al escribir la presente columna puedo estar en un camino correcto o bien estar muy equivocado. También puede ser que exista una combinación de ambos razonamientos neófitos. En esta gran verdad, de antemano les doy los agradecimientos por su comprensión, valorando sus sabias opiniones.
Ahora que se nos va el verano y que entramos al cambio de estación otoñal, que para la juventud tiene un significado muy especial. Me atrevo en sostener que uno de los acontecimientos relevantes de fines de mes de marzo, es la Conmemoración del Día del Joven Combatiente. Así tenemos que el 29 de marzo de cada año, se ha convertido desde la vuelta a la democracia, en un verdadero dolor de cabeza para los gobernantes del país. Surge espontáneamente una rebelión juvenil.
La comuna de Estación Central, Villa Francia, en Santiago, dan origen a los actos que recuerdan la muerte de los hermanos Rafael y Eduardo, Vergara Toledo, por agentes de la dictadura de Pinochet. Ese fatal día también fue ejecutada la joven Paulina Aguirre. A la vez fueron secuestrados los profesores Manuel Guerrero Ceballos y José Parada Maluenda. Ambos víctimas del régimen del dictador en el caso “Degollados”.
De manera que esta fecha del 29 de marzo, tiene una triste y sangrienta historia en la violación a los derechos humanos en Chile. La juventud tiene el legítimo derecho de recordar la participación de los jóvenes en contra la dictadura y su participación en varios episodios en la recuperación de la democracia. .
La mayoría de estos jóvenes que participan en los actos de recordación de los hechos criminales ocurridos bajo la dictadura, no tienen militancia política, tampoco obedecen a estructuras sociales tradicionales. Actúan por medios no convencionales y se auto convocan en las sombras y de forma muy sigilosa se organizan para llevar adelante sus operativos en contra del orden establecido; con balaceras, barricadas y destrozos de bienes, sean o privados o públicos, los cuales están casi a su completa merced en horas de la noche.
Creo que esta juventud es muy valiente e inteligente. Pero que necesitan ocupar mejor los espacios democráticos y .su desarrollo podría extenderse, si entran a la lógica de luchar desde dentro y no fuera de las normas de nuestra sociedad. Aquí ya no estarían circunscritos estrictamente a un acto legítimo de recordación y constreñir al actuar de un día. Se trata de un nuevo amanecer y de encauzarse a los desafíos de mejorar nuestra calidad de vida. Los excesos de violencia en vez de ganar más voluntades crea el efecto en contrario.
En breve observación de lo que ocurre cada año, es gradualmente menos violento. Por otra parte, hay enormes desafíos y nuevas responsabilidades.. El país atraviesa por serias y graves dificultades económicas, institucionales y políticas. Es cierto, el dictador Pinochet ya no está pero nos dejo un modelo neoliberal salvaje. En verdad profundizado después de los años 90. Con todo, hay sectores ultra conservadores de enorme poder que luchan por mantener sus estructuras y pazra que se mantenga la violencia de las injusticias en nuestro largo territorio.
La solución de fondo radica en el pueblo. No dejarse engañar y menos seducir por falsas argumentaciones y “cantos de sirenas” con atractivos discursos. Hay que mantenerse con los ojos bien abiertos y con la mente puesta en el amanecer de un nuevo Chile, más solidario, equitativo, humano y libertario. Por supuesto, no podemos olvidar nuestro pasado por doloroso que sea. Al mismo tiempo, enfrentar el presente mirando y trabajando por el futuro de nuestro hijos e hijas.. Siempre por la vía de luchar consecuentemente por nuestras convicciones, sin violencia y odio.
Concluyendo a modo de epilogo. En el Día del Combatiente, no se trata de invalidar la justa reivindicación de la memoria de los jóvenes que perdieron sus vidas en manos de agentes del Estado en tiempos de dictadura. Los jóvenes jugaron un papel determinante en la derrota de Pinochet y son artífices de la recuperación de la democracia amarrada y atada al modelo capitalista perverso, vigente hasta nuestros días. Hay que cambiar el chip y ponerse a la altura de los nuevos compromisos de nuestra juventud por construir y de luchar junto a nuestro pueblo, unidos a los trabajadores/as por un nuevo Chile.
La mayoría de los actuales miembros del Gobierno del Presidente Boric, vienen de las marchas de la calle y de las movilizaciones juveniles, entonces, se abren las puertas de La Moneda, para que los jóvenes puedan ser actores fundamentales del devenir del país. Serán duramente atacados y denostados, más si cometen errores de la vieja política y/o propia de la instalación del Gobierno.
Nota. Hoy hemos tomado conocimiento de la triste partida de este mundo de la figura histórica de Leonel Sánchez (Q.E.P.D). Mis sinceras condolencias a la familia de Leonel, a los hinchas del fútbol y al Club Universidad de Chile.
Nelson C. Mondaca Ijalba
nmonijalba@colaborador
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