Alcalde Patricio Ferreira Rivera, reitera a la comunidad a respetar horario de los camiones de recolectores de basura para combatir la suciedad y creación de microbasurales en distintos puntos de la ciudad.
En más de una ocasión, el jefe comunal, ha insistido a la toma de conciencia y en el buen manejo de la basura para mantener limpia y ordenada la comuna. Trabajo que requiere de la colaboración de todos los habitantes del territorio, pero aún falta mucho que hacer al respecto.
Incluso con el reforzamiento de los operativos de aseo en diferentes barrios con más camiones y personal municipal barriendo las calles y avenidas, la labor se hace infructuosa, si la gente no apoya y saca sus residuos domiciliarios a la hora correspondiente, o bien los arroja en cualquier parte.
Además, para ir cambiando los hábitos de las personas, el jefe comunal ha instruido campañas de información en terreno y por las redes sociales, entre otros medios, de los horarios diurnos y nocturnos en que pueden sacar sus desechos.
Estos horarios son de domingo a viernes de 7.00 a 10.00 horas de la ruta A-16 hacia el sur, abarcando el sector de La Autoconstrucción y La Pampa. Y el horario de noche, se inicia desde las 19.00 a 22.00 horas en el sector de Santa Rosa, La Tortuga, El Boro y toda la parte de la ruta A-16 hacia el norte.
4.200 TONELADAS
Por otra parte, la labor que realiza el municipio a través del Departamento de Aseo, Ornato y Medioambiente en conjunto con la empresa encargada de la basura domiciliaria Jeria Hermanos, ha significado que se retiren en promedio 4.200 toneladas mensuales de basura. De ellas, un 25 por ciento (más de mil toneladas), se sacan de las distintas tomas emplazadas en el territorio.
Por último, se enfatiza a quienes incumplen la norma medioambiental de tirar la basura o escombros en lugares no habilitados, están expuestos a una multa de hasta 5 UTM. La idea no es sancionar sino educar a la gente en el manejo de la basura domiciliaria, y tome conciencia sobre el tema que no solo hace ver sucia la ciudad sino también afecta la calidad de vida de todos los que habitan en Alto Hospicio.
