Aún no me repongo del tamaño logro el de ayer, allá por las tierras de la V Región, en esa a veces caldera cuando la temperatura sube más allá de la habitual que conocemos, 11 deportistas dejaron todo en la cancha, al igual que las anteriores fechas, por una noble causa, la de volver a la división que dejamos el 2021 por extrañas circunstancias administrativas, pero que en el igual a igual, deportivamente hablando, no merecíamos.
Hoy, la vida , en especial a quienes amamos esta enseña que aprendimos a querer desde nuestra cuna, nos da esta oportunidad, de presenciar ese retorno en gloria y majestad, con esa alegría y emoción que solo ariqueños y parinacotenses la sentimos.
Antes habíamos llorado en nuestro interior de impotencia por no poder revertir una determinación que aún sigo pensando injusta, pero el tiempo nos ha dado la razón, existe esa justicia, que quiero cree que es divina según nuestro recordado Julito Martínez, por lo que hoy nuestras lágrimas son de alegría.
Esta mañana, al despertar, leer nuestra prensa, recordar la transmisión, y ver fotos de aquellas instantáneas allá en la zona central, y acá, en nuestro parque, me hicieron recordar aquella frase, acuñada por un querido amigo, cuando nuestra enseña en el mundialista recinto nos daba las alegrías que no estábamos acostumbrados a cosechar, y al desayunar un té con hierba luisa y un batido con aceituna, puchas que se tornó exquisito.
Juanito, sí, tienes razón, ese desayuno sí que sabe mucho mejor…
Daniel Linares, hincha celeste hasta la médula.
