Chile es un país que ha sido revolucionario en materia de energías renovables.
Indudablemente, ayudado muchísimo por sus cualidades en materia de recurso solar, viento, geotermia, ríos, mar y otros de menor cuantía que se me escapan.
Está entre los países que lideran la incorporación de energías renovables a la red eléctrica.
Los resultados así lo muestran: 63% de la generación provino de estas tecnologías en 2023, de las cuáles un 31% es de fuentes variables, con miras a que el sol y el viento representen del orden del 35% en 2024.
Este resultado es una noticia muy positiva, pero también es una alerta roja a seguir trabajando en las condiciones que permitan contar con un sistema eléctrico que pueda operar con un 100% de fuentes de generación renovable.
En el Día Mundial de las Energías Limpias, impulsado por la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), el llamado es a trabajar en el cumplimiento de este objetivo, el que es consistente con un mundo consciente de la importancia de abordar el cambio climático y asegurar un futuro sostenible, resguardando la seguridad y calidad de suministro en esta transición.
Esta conmemoración, está sirviendo como un recordatorio de la necesidad de hacer la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.
Esto implica habilitar una nueva infraestructura que permita, por ejemplo, el retiro de centrales a carbón en la zona norte hacia el 2026, sin perder la fortaleza de la red eléctrica.
Sin embargo, hay que analizar cómo destrabar las barreras que existen al desarrollo de la infraestructura necesaria, los cambios en capacitación y empleo que se requieren, y trazar el camino a seguir para que el proceso tenga un enfoque de transición justa que balancee aspectos económicos, sociales y medioambientales.
En base a las cifras de inversión histórica, la incorporación de energías renovables es una fuerza impulsora de una nueva economía.
La inversión en infraestructura y la transformación que implica, no solo reducirá las emisiones de carbono, sino que también crea empleo, fomenta la innovación y contribuye al crecimiento económico.
Las renovables, como siempre hemos dicho, esta creando una nueva forma de vivir, de convivir y de desarrollar la sociedad y la economía. Aspectos como la autonomía, la independencia, la seguridad y muchas otras positivas situaciones están llegando a los consumidores de energía.
Hernán Cortez Baldassano, Ingeniero Civil
hcortez@enersa.cl