Con la alegría de siempre y esperanzado en seguir aprendiendo las labores que le entrega el alto cargo, el director regional de Gendarmería Tarapacá, coronel, Juan Carlos Zamora Vega, festejó los 30 años de servicio en la institución, llegando al tope de su carrera funcionaria.
El inicio de la jornada laboral del miércoles 24 del presente, fue diferente para el oficial penitenciario, ya que recibió un regalo especial, de parte de su familia, que lo sorprendió en su lugar de trabajo, para resaltar las tres décadas prestando servicio en Gendarmería.
El ingresar a la Escuela penitenciaria y llegar a estas alturas de su carrera, superó ampliamente las expectativas que se forjó al inicio de su trabajo en la institución. “Cada día es un aprendizaje que me llena de alegría, porque no todos los días son iguales. Al ser diferente te permite asimilar las diversas situaciones que se enfrentan y llegar a la búsqueda de la mejor determinación. Pero al final del día en el análisis del trabajo, me acuesto tranquilo, porque he realizado una buena labor”, dijo.
La autoridad regional de Gendarmería, ha tenido un carácter afable, muy alegre, siempre con la sonrisa en los labios. “Anteriormente, la risa era una falta de respeto entre nosotros, porque en la escuela, la preparación era muy estructurada. Incluso tuve muchos retos de mis superiores. Pero con el tiempo encuentro que tuve la razón, porque el hacer las cosas con alegría, me permitió desarrollar las labores con mayor facilidad y tener la recompensa de un buen trabajo”.
Para Zamora Vega, el llegar a la cúspide de su carrera, no es sinónimo de pesar, al contrario, es completar etapas y si tuviera que dejar la institución, lo toma como una labor cumplida, para iniciar otra función en su vida.
“El llegar a estas alturas de mi carrera, lo veo como la determinación certera, porque muchos cuando ingresan a este trabajo, esperan cumplir los 20 años y después, buscar el retiro. Pero en mi caso, fue todo lo contrario. Fue el querer seguir y cumplir con una hermosa labor”.
El miércoles 24 del presente, fue un día especial para Juan Carlos Zamora, que lo recordará en el tiempo, al recibir el afecto y cariño del personal directo, que labora a su lado y de aquellos que, en otras unidades, también, estuvieron acompañando la labor penitenciaria.
