Hace un tiempo atrás, escribí, ¿dónde voy a comprar mis alpargatas?, refiriéndome al «Bazar Obrero» del señor Zolezzi. Después, me pregunté, ¿dónde voy a comprar mis zapatos?, en este caso por la «Tienda La Liguria», con la partida de su dueño don Ernesto Gandolfo. Sentí tristeza por el cierre de «Tienda La Riviera» y pregunté ¿dónde voy a comprar mis vestidos?
Me remonto con nostalgia a los tiempos ochenteros, asistiendo al estadio, y escuchar en el entretiempo: «¡Cambio Sacco Deportes!». Y bueno, los Iquiqueños sabemos que la voz en off hacía alusión a una de las tiendas deportivas más antiguas de la ciudad: «Tienda Sacco Deportes «, Vivar Nº 683, que data entre 1860 y 1865, con la llegada de los abuelos de los hermanos Sacco, en busca de prosperidad a la ciudad para querer.
Por décadas, la tienda que tiene más de 140 años, ha vestido a los deportistas iquiqueños con ropa de excelente calidad y, en su mayoría, de manufactura nacional. Siempre aportaban al deporte en todas las ramas, regalaban copas y ropa deportiva.
Sus dueños José, Roberto, Domingo, Marcelo y don Italo Sacco Solari, quien falleció recientemente. Don Italo fue un tremendo colaborador del deporte iquiqueño, mecena del «Club de Futbol Sportiva Italiana», exalumno del «Colegio Don Bosco de Iquique», contador de profesión, hijo de don Esteban Sacco Pertini, ex Intendente de Iquique.
Recuerdo a mamá, comprar en esta tienda mi traje de baño marca «Catalina», para la temporada estival, zapatos de fútbol para mi hermano. ¡Qué lujo, qué honor! En ocasiones importantes te compraban una pinta nueva, desde el zapato hasta la polera, para llevarte a pasear a las ramadas, a comer un anticucho y enjundiosas empanadas.
Mamá relataba que parte de la identidad del Iquiqueño, era precisamente la atención de los negocios por sus propios dueños. Salir al centro, implicaba no sólo comprar algún producto como botones en la Casa Mickey, un metro de cachemira en Casa Solana, unas pantys en «La Riviera», toallas Chiteco en el «Bazar Obrero», la mercadería de la quincena en «Supermercado Rossi» o el balón de fútbol en «Sacco Deportes» , existía un trato con cariño y personalizado.
¡Qué pesar! Se nos siguen yendo los iquiqueños de corazón. A don Italo Sacco se le recordará siempre como una persona amable amable, saludando de mano, sin soltar el lápiz. Cuando uno adquiría algún producto, llegaba siempre» la peineta Pantera» de regalo y de bolsillo o el calendario.
¡Gracias, don Italo!, por tanta confianza en sus clientes, por ese trato amable y cercano, por ese apretón de mano tan característico a pesar de los nuevos tiempos. Muestra fidedigna de que aún podemos seguir creyendo en el honor y la palabra.
Saben, mi padre sostenía que uno siempre debe volver a los lugares que te reciben con cariño, y esta tienda aún mantiene el calor de estar en casa.
¿Dónde voy a comprar mi traje de baño, las zapatillas Topper o las alpargatas Iberia?. ¡Oh! una voz me susurra entre la chusca revuelta y la camanchaca inquieta, una voz que dice: «¡Cambio Sacco Deportes!», ha partido el dirigente, colaborador, vecino y amigo, don Italo Sacco Solari, para seguir en otro plano alentando el deporte y a nuestro querido norte.
Sonia Pereira Torrico
Fotografía: Hernán Pereira Palomo








