Señor Director: Cierto día fui con mi nieto a comprar helados en Playa Brava. Como no había lugar en el estacionamiento, lo hice en un pasaje aledaño. Cuando caminaba hacia la heladería vi que en el basurero de una de las viviendas del sector, cerca de pasaje «Edmundo Wallis», habían arrojado a la basura varios libros. Como soy un amante de la literatura nacional y mundial consideré ese hecho increíble y lamentable y me agaché, porque el basurero estaba desbordado, para comprobar que estaban en buen estado, pese a que eran del siglo pasado.
Es raro decirlo, pero sí, son de ediciones del Siglo 20. Década del 60-70.
Llegué a la casa y los limpié prolijamente y hoy ocupan parte de mi biblioteca personal que cuido con esmero.
Todo este preámbulo para comentar que uno de los libros botados a la basura era “Palomita Blanca”, y que leí cuando apareció, es decir, en 1971, cuando tenía 19 años.
Lo releí el sábado y domingo pasados y me gustó más que la primera vez. Sentí nostalgia y una vez más sentí pena por María (‘Ana María’) y Juan Carlos, la pareja protagonista. Además, reviví situaciones y volví a palpar el modo de vida de aquellos años de nuestro querido país, años de suyo convulsionados y que terminaron como sabemos, despertando de golpe un 11 de septiembre de 1973, y lo demás ya son episodios archiconocidos.
Con la vuelta de los años y la madurez se comprende que el desamor de los padres por sus hijos y el desamor en la pareja genera daños y penas irreversibles e imborrables. Aunque también se aprecia y en que medida el amor de una madrina y una amiga fiel.
Para los que no saben -los hechos son los hechos-, “Palomita blanca” es una novela del escritor Enrique Lafourcade Valdenegro, publicada originalmente en 1971 y que se convirtió en la novela más vendida de la historia de la literatura chilena, con cerca de cuarenta ediciones y más de un millón de ejemplares editados.
Se trata de una novela realista, que recoge las inquietudes de una época convulsionada, correspondiente a fines de los años 1960. Escrita en primera persona, a través de los ojos de una joven llamada María (‘Ana María’), cuenta hechos cercanos a la realidad chilena de la época, especialmente de la juventud, sus objetivos, búsquedas y temores, la exploración de las drogas, movimientos filosóficos, políticos, ideológicos, la sexualidad y la vivencia religiosa, entre otros muchos temas. También cuenta con una versión en cine, realizada por Raúl Ruiz en 1973, aunque no fue estrenada sino años más tarde, en 1992, en conjunto con la edición de su banda sonora, compuesta e interpretada por Los Jaivas.
Milenko Walter Castro Paniagua
Jubilado