C.S. Lewis evoca cómo la presión por alcanzar un objetivo, aunque pesada, puede ser transformada en un motor para lograr la excelencia. Así “Queen” y “David Bowie” nos recuerda en canciones como Under Pressure, que hay que lidiar con la presión externa e interna para salir adelante.
La presión por ganar es un fenómeno constante en el deporte competitivo, y hoy para la Selección Chilena de Fútbol, esta presión puede estar afectando tanto su rendimiento como su bienestar psicológico.
El foco excesivo en el ganar, puede generar altos niveles de ansiedad y estrés. Esto puede llevar a una activación emocional y física desproporcionada que merma la concentración y provoca errores en momentos clave. Entonces es ir con la mentalidad de buscar un resultado, pero poniendo atención en las acciones necesarias para lograr el rendimiento deseado, como la estrategia y la concentración.
En un contexto de derrotas, la confianza individual y colectiva disminuye. Aquí entra en juego la confianza colectiva, que es fundamental para mantener la cohesión y el rendimiento del equipo. Esta confianza se fortalece cuando los jugadores creen en sus compañeros, así como en el mensaje y decisiones del cuerpo técnico, lo que fomenta un trabajo en equipo más eficiente, un alto compromiso y el manejo de la presión hacia motivación positiva.
En los partidos claves, es vital que Chile oriente su atención hacia los procesos que conducen al rendimiento y la excelencia. Así, cultivar la confianza colectiva, trabajar en la concentración y reforzar un enfoque en el presente puede fortalecer el rendimiento en la cancha. Esto permitirá gestionar mejor la presión y transformarla en éxito.
Dra. Paula Ortiz Marholz
Directora Académica Instituto del Deporte y Bienestar U. Andrés Bello