Señor Director: Como se ha informado, cinco de las doce isapres del país reajustarían al alza los precios base de sus planes.
Esta alza es en el marco del proceso de adecuación de contratos que se inicia en julio de este año. Y aunque es algo común en la industria -y que permite la misma Ley de Isapres en su artículo 197-, los afiliados están molestos y lo han demostrado en las redes sociales. Con razón, porque el alza será la más alta desde 2011, según los estudiosos del tema.
Siempre me pareció que el actuar de las isapres no es correcto, aunque funcionan apegados a la ley que les permite ser como son. Por ejemplo, cuando tuve empleo constante y con muy buen sueldo, ofrecian esto y aquello. Cuando perdí mi empleo y dejé de cotizar me demandaron. Yo consideré que si ellos no me prestaban ningún servicio, no tenía por qué pagarles nada. Además, durante 30 años, pagué sagradamente mi buen aporte a la isapre y en ese período tuve dos licencias por resfríos fuertes y nada más… ¡en 30 años! ¿Qué me aportó la isapre? Nada.
Este es un sistema de isapres que debe ser revisado profundamente.
No es un buen sistema y poco aporta a sus miles de afiliados. También derechamente hay que reconocer que los gobiernos de la Concertación y Nueva Mayoría nada hicieron para cambiarlo.
Por lo tanto, considero que el Gobierno actual debe aprovechar esta oportunidad para que sus técnicos mejoren FONASA en un 200 ó 300 por ciento. Lo cierto es que los que somos de FONASA estamos a la vera del camino. Lamentablemente y con dolor lo digo. (Foto referencial)
Antonio Villalobos Sch.








