La Mesa Técnica entregó a Sence y al Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil un informe con recomendaciones basadas en una experiencia piloto en Tarapacá, que logró insertar laboralmente al 60% de los jóvenes participantes.
Con el objetivo de avanzar hacia un modelo nacional de empleabilidad para jóvenes en proceso de reinserción social, los integrantes de la Mesa Técnica Público-Privada por la Empleabilidad Juvenil, hicieron entrega del informe final de recomendaciones a las directoras nacionales del Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil (SRJ) y del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence).
El informe sistematiza los aprendizajes obtenidos de una experiencia piloto desarrollada por Proyecto B en la Región de Tarapacá, donde participaron 20 jóvenes vinculados al SRJ. La iniciativa superó las expectativas iniciales —que contemplaban 15 cupos— y logró que un 60% de los casos habilitados completaran el proceso formativo e ingresaran al mundo laboral formal.
La Mesa Técnica, conformada por organizaciones del mundo público, privado y de la sociedad civil —Fundación MC, Fundación Proyecto B, el Centro de Estudios Justicia y Sociedad UC, Fundación Reinventarse, Corporación Opción, Serpaj Chile, Juntos por la Reinserción, Sence y el propio SRJ— fue convocada para dar seguimiento al piloto y construir, a partir de sus resultados, una propuesta integral de política pública en materia de inclusión laboral juvenil.
“La evidencia de esta experiencia demuestra que es posible construir trayectorias laborales reales y sostenibles para jóvenes que han estado en conflicto con la ley, si se cuenta con un acompañamiento especializado, trabajo articulado y una oferta formativa pertinente”, señaló Julio Cifuentes, director ejecutivo de Proyecto B.
Entre las recomendaciones más destacadas del informe, se encuentra la necesidad de:
- Fortalecer el acompañamiento profesional a jóvenes durante su proceso de inserción, con equipos capacitados y con disponibilidad para adaptarse a sus necesidades.
- Establecer una oferta formativa específica desde Sence, que incluya apresto laboral, habilidades blandas y seguimiento posterior al empleo.
- Evitar la duplicidad de roles y mejorar la coordinación intersectorial, delimitando claramente las funciones entre Sence y el SRJ.
- Implementar programas de reinserción laboral transversales en las regiones, especialmente en aquellas con menores recursos técnicos.
- Diseñar un modelo replicable a nivel nacional, con pertinencia territorial y sostenibilidad en el tiempo.
El documento también plantea la urgencia de profesionalizar los equipos en cada etapa del proceso: desde la identificación de jóvenes idóneos, pasando por la capacitación, hasta la intermediación laboral y el seguimiento en el puesto de trabajo. Todo esto con un enfoque centrado en el joven y en su reintegración plena a la sociedad.
El director ejecutivo de Proyecto B agregó que “creemos en una reinserción que no se queda solo en lo simbólico, sino que transforma realidades. Estos jóvenes tienen talento, energía y muchas ganas de aportar. Lo que falta es que como sociedad construyamos los puentes que les permitan hacerlo”.
La entrega del informe marca un nuevo paso en el compromiso de avanzar hacia una política pública que reconozca el empleo como un factor clave de reinserción social, y que ponga en el centro a los jóvenes como protagonistas de sus propias historias de cambio.
