Los diferentes medios de comunicación destacaban el Debate Presidencial. Donde los ocho postulantes a la Moneda se enfrentaron y tuvieron las cámaras de TV de ChileVisión, para que el país los viera. Hice un recorrido por diversos noticieros y lo que publicó la Prensa nacional.
En resumen, colocando a los candidatos en dos bloques, puedo agruparlos en aquellos que defienden el capitalismo salvaje en crisis, a lo menos en el lenguaje del siglo, 5 son de derecha. Mientras quienes sostienen su modificación y adecuarlo al mundo de hoy, progresista y del nuevo orden mundial, utilizando la misma terminología del ayer, 3 serían de izquierda.
Hay candidatos para todos los gustos. Algunos se ubican en los extremos de nuestra vida política. En la derecha, ellos serían: Kaiser y Kast. En la denominada izquierda, puede ser: Artés.
No hay que ser ilusos e inocentes. Todos representan intereses, que van de lo personal hasta lo ideológico partidario. Los llamados “independientes” no lo son. Simplemente, se ubican por fuera de las instancias partidarias, porque no fueron capaces de formar una instancia política partidaria. O bien renunciaron al derecho de ser miembros de una organización política -partido- ya que fueron superados por otros liderazgos. Por lo mismo, desplazados para ir como presidencial. Incluso, más de alguno visitó nuestra región buscando, apoyo en partidos tradicionales, para concretar su ambición presidencial. Saben que la política en Chile, en esta carrera a la Moneda, es una caja de dinero para enriquecerse. Al que le caiga el “sayo” que se lo ponga.
¿Cómo estuvieron los candidatos en este “Debate”? Los que representan a una coalición, desde mi humilde punto de opinión, cada uno en lo suyo. Donde hay tantos candidatos, en realidad no se puede esperar otra cosa más profunda y de mayores contenidos. Los que van por fuera de las instancias partidarias, me parece, son los que sacan mejor provecho de estos espacios. No tienen nada que perder, por el contrario, sacan mejor dividendo a sus pretensiones electorales en estas instancias televisivas.
Me abstendré de sumarme a las opiniones de informativos de Prensa, al calor de las intervenciones de cada uno de los candidatos. A mi me gustan los debates “cara a cara”. Que tengan tiempo suficiente para defenderse, contra argumentar y exponer sus conocimientos y experiencia en favor de las grandes mayorías nacionales. No me impresiona la verborrea y las anécdotas, las palabras del discurso emotivo; tampoco me dejo embaucar con las historias y anécdotas del que ama la justicia, pero que ha hecho su riqueza profundizando las desigualdades. Se presentan como corderos cuando en realidad son lobos feroces. El sentimentalismo barato en política económica, conmigo no corre.
Ahora vamos a una de las materias que abordó el Debate. Me parece interesante que se trate el caso de EE.UU. en las costas de Venezuela, para terminar -según la Casa Blanca- con el tráfico de drogas, impulsado y/o protegido por el Gobierno de Maduro, lo afirma Donald Trump. Más allá de la defensa a esta postura que hizo Kaiser, creo que cada ciudadano de Chile y de Latinoamérica, tiene el legítimo derecho de tener su propia opinión.
Por mi parte, creo que Donald Trump, quiere salvar su imperio del nuevo orden mundial que impulsa Xi Jinping. Tiene que obligadamente buscar y justificar un motivo potente para sacar del poder al dictador Maduro. Claro, así le queda el camino libre para quedarse con el Petróleo de este país. Cómo sabemos este combustible es fundamental en la vida de nuestro mundo. La energía de las industrias y de la sobrevivencia de la humanidad, continúa dependiendo de esta materia prima. Venezuela tiene la suerte divina de contar con una de las reservas mayores del mundo. Para nadie es extraño de ver que la lucha geopolítica de EE.UU., en el Medio Oriente y su apoyo a Israel, tiene que ver con la riqueza del petróleo.
Por otra parte, Donald Trump, no puede pasar por encima de los tratados internacionales. Menos sentirse guardián de los derechos democráticos de nuestro continente y que puede usar su fuerza armamentista en contra de la soberanía y autodeterminación de los pueblos. Ayudar al pueblo de Venezuela, por supuesto que sí. Pero otra cosa muy distinta es una invasión armada a su territorio con el fin de apoderarse de su Petróleo. Monta un muy mal precedente, para todos los países de nuestra amada América del Sur.
Es algo, según pienso, no se puede permitir y que merece el rechazó de todas las naciones del mundo. Con todo, EE.UU., siempre acaba por hacer lo que se le viene en ganas.
Otro aspecto que está en la cima de la polémica y de pasada estuvo presente, en este show de la TV, “Debate presidencial” el Salario Mínimo. Aquí la guinda de la torta, la puso el Banco Central, sosteniendo de acuerdo a información de Prensa, que sería la causa que afecto el Empleo. Asimismo, otro factor que se añade como causa de falta de Empleo, lo atribuyen a la ley de las 40 horas. Dicen ser un “organismo técnico”, que no emiten opiniones políticas, pero, con todo respeto, tal afirmación, es una opinión política. Tiene mucha razón el presidente Gabriel Boric, en salir en defensa de las políticas del Salario Mínimo y de otras medidas legales para distribuir mejor la riqueza y favorecer a los más necesitados. Depende de las escuelas económicas con que hagan los análisis.
Para simplificar, por ejemplo: Adam Smith, John Maynard Keynes, Karl Marx, Friedrich Engel, Paul A. Samuelson, William D. Nordhaus y Milton Friedman. ¿Con quién se quedaría usted? No es fácil. Tal vez, prefiera una combinación de estas doctrinas. Puede ser. Pero no se puede aceptar un capitalismo salvaje y el extremo de la involución social. Es todo por hoy. Gracias.
Nelson Mondaca Ijalba
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