La cédula de identidad es el documento que permite que tanto chilenos como extranjeros que cumplan con ciertos requisitos, acrediten -precisamente- su identidad, por lo que es vital para realizar trámites y tener acceso a ciertos lugares.
Para los adultos mayores, la tarea de renovarlo puede ser un trámite que presenta dificultades, ya que debe realizarse de manera presencial. Por esto, una iniciativa de ley, que fue aprobada en el Congreso, permitirá que ciertos grupos de personas tendrán una vigencia mayor a la normal, la que irá incluso hasta los 20 años.
La nueva ley beneficia a adultos mayores de cuarta edad y personas mayores de 60 años en situación de dependencia severa.
El texto original que aprobó la Cámara el 24 de octubre pasado, hacía referencias a las cédulas de las personas que hayan cumplido 80 años, así como de aquellas personas mayores de 60 que se encuentren postradas, debidamente certificadas por un centro de salud. En tales casos, las cédulas emitidas tendrán una vigencia de 20 años.
En el Senado se modificaron dos puntos en la redacción: Reemplazó «las personas que hayan cumplido los 80 años» por «adultos mayores de la cuarta edad». A su vez, modificó la definición de «postradas» por «situación de dependencia severa».
Un punto importante a destacar es que la normativa explicita que el propósito exclusivo de estas cédulas será acreditar la identidad de la persona dentro del territorio nacional.
En el caso de que las personas beneficiadas por esta ley necesiten utilizar el documento para un viaje internacional, deberán renovarlas si han transcurrido 10 años desde su emisión en el Registro Civil.
