Pronto viviremos un relevante acto republicano, en el que elegiremos a nuestras autoridades para el próximo período presidencial y a aquellos que nos representarán en el gobierno regional y en la cámara.
Un acto maravilloso que nos permite con la decisión personal de cada uno de nosotros, decidir respecto del futuro de Chile y su desarrollo social y económico.
Los ciudadanos no solo queremos una administración eficiente, sino que deseamos soluciones y desarrollo local efectivo.
En este contexto, la gestión de la próxima administración no debería estar ajena a una gestión ambiental, territorial, climática y energética eficiente; ni mucho menos divorciada de los cambios que estamos viendo y viviendo en el mundo entero.
Pero obviamente, sin trabas burocráticas en la gestión y en la legislación.
El futuro gobierno y sus autoridades, deberían ser eficientes actores de las soluciones a los problemas locales, preocupándose de la proyección de estos en el contexto de la III y IV revolución industrial en la que estamos insertos y que se ha venido evidenciando desde hace algunos años.
La preocupación por una educación acorde con los nuevos tiempos, en el que las energías renovables no convencionales, el vivir sustentable, el cuidado del medio ambiente y el cuidado del agua, deben ser los principales actores, para que, a su vez, los beneficiados de los sistemas educativos sean quienes transformen los procesos productivos en un ambiente amigable con el planeta, en el que las energías renovables, la desalinización, el hidrogeno verde, la electro movilidad, entre otras, están jugando y jugarán un rol prioritario en la sociedad desarrollada.
También, el desarrollo de viviendas en el contexto de construcciones sustentables y eficientes energéticamente, el desarrollo local para mejorar las condiciones de trabajo de los pequeños empresarios, apuntando a un desarrollo local sustentable, aprovechando y cuidando los recursos naturales de su entorno.
Énfasis en la preocupación por los efectos que tendrá el cambio climático sobre la productividad en los sectores agrícola y pesquero, y en especial, a los impactos que el efecto de gases de invernadero está provocando sobre las costas de nuestro territorio.
Así como la tecnología y la ingeniería progresa, evoluciona y se desarrolla, también la política debe renovarse, cambiando la cara al país y a las regiones, cada una con sus fortalezas y ventajas.
Los ciudadanos tenemos la esperanza de que así sea, no pretendemos solamente nuevas versiones políticas con más de lo mismo, sino que anhelamos reales desarrollos. Y en estos objetivos, sí que las futuras autoridades deberían cumplir un gran rol.
Por tal motivo, es importante votar, los niveles de abstención que hemos visto hasta el momento han sido muy altos, aunque esperemos que el voto obligatorio funcione en esta oportunidad.
Sin embargo, debe tenerse muy en claro, que mientras nosotros no votemos, otros votarán por nosotros, y claramente, si queremos un mejor país debemos hacer uso de nuestro derecho de elegir a nuestras autoridades.
Hernán Cortez Baldassano
Ingeniero Civil








