Señor Director: La ética y los códigos de conducta en los negocios son aspectos que hace varias décadas en el mundo se vienen desarrollan y resultan fundamentales para el desarrollo de la competitividad en un sector donde cada decisión impacta directamente a los pacientes
El sector de la salud en Chile atraviesa un punto de inflexión, en donde multiplicidad de actores operan en simultáneo. El cumplimiento de las leyes, normas, códigos y regulaciones (Compliance) emerge no como una barrera burocrática, sino como un diferenciador estratégico que define la sostenibilidad de los negocios.
En una industria donde cada decisión impacta vidas, la integridad corporativa se ha convertido en un imperativo ético y comercial. Expertos del sector reconocen una verdad incómoda: el riesgo nunca será cero, pero la clave radica en el entendimiento de los riesgos, la intencionalidad con la que impones una cultura de cumplimiento entre tus equipos y en la gestión estratégica.
La industria hoy exige operar siempre con los estándares más altos de la ética. Las empresas que liderarán el mercado son aquellas que integran Compliance desde la fase de diseño, incorporándolo en la mesa de decisiones y anticipándose a los cambios normativos.
La pregunta para los actores del sector ya no es si pueden permitirse invertir en este ámbito, sino si pueden darse el lujo de no hacerlo. Para Chile, construir una industria sanitaria basada en transparencia y ética es esencial para mantener la confianza de los profesionales y salvar la vida de más pacientes.
El valor de Compliance está en lo que te habilita, no en lo que te prohíbe.
Alvar Martínez
Compliance Director, Johnson & Johnson MedTech Cluster Sur








