Señor Director: Hace más de 50 años que escucho de los corredores bioceánicos y siempre «me asalta» en mi mente un cuestionamiento. ¿Por qué no hay conexión aérea diaria entre Arica-Iquique-Antofagasta y Antofagasta-Iquique-Arica? Con el paso de los años, no tenemos ni lo uno ni lo otro.
En el siglo pasado tuvimos una conexión expedita entre Arica-Iquique-Antofagasta y viceversa. Era muy cómodo. Viajé varias veces en la mañana a Antofagasta y me regresaba en la noche a Iquique. No sólo yo, muchos lo hicieron.
¿Por qué desapareció esta conexión? La respuesta más sencilla es que no significa negocio para las líneas aéreas. Otros dicen que la culpa la tiene la Dirección General de Aeronáutica Civil, desconozco si es así o no. Si mal no recuerdo aquí en el pasado tuvimos a Lan Chile, Ladeco, Aeronor (un día viajé con los comediantes del Jappening con Já), National, Saba; y sé que hubo otras, pero las olvidé, pero muchos las recordarán.
Es raro que en la modernidad, con 25 años del Siglo 21, no tengamos conexión aérea diaria entre estas ciudades de mi amado Norte Grande.Y veo que a las autoridades, dirigentes y directivos del Turismo, les importa poco o nada («Por sus obras los conoceréis»). No veo ni leo algo de esto en la Prensa. Y si ha salido debe haber sido poco interesante porque no se oye en ningún lado que haya preocupación de las autoridades más que anhelos que no se cumplen. Lamentablemente. ¡Qué pena que hoy no tengamos parlamentarios como Ramón Pérez Opazo o dirigentes gremiales como Pablo Daud o del turismo!
En mi caso, a mí me interesan los vuelos y conexiones aéreas por asuntos médicos. En Antofagasta hay mejores médicos especislistas y clínicas que en Iquique y, en el caso de Arica, tienen a Tacna al lado, donde hay buenos médicos y dentistas.
Ahora viajar en buses interurbanos es una verdadera lata para los que sufrimos algunas dolencias. En Iquique hay un Rodoviario muy venido a menos, más encima. Las distancias son largas, pero los buses tampoco la hacen «cortita», nunca salen a la hora indicada, deben parar obligados legalmente en las avanzadas aduaneras de Quillagua y El Loa, luego paran en Tocopilla y de ahí algunos pasan a Mejillones. Total 7 horas como mínimo, cuando un vuelo demora máximo media hora a Antofagasta y media hora a Arica.
Todo este tema me «saltó» el sábado pasado, cuando leí que en el aeropuerto de Calama, un piloto de JetSmart señaló que debían bajar 40 pasajeros, de lo contrario el peso no le permitía despegar. Por donde se le mire, en el rubro aéreo, vamos caminando para atrás. Increíble, pero cierto. ¿Y las autoridades? Muy bien, gracias. El tema parece no importar en las altas esferas. No hay resultados concretos. Es una verdad del porte del Cerro Dragón.
Carmelo González Pérez
(Foto de 1984 avión Ladeco)








