(Consignado por Ex-Ante).- Mientras Unión Española enfrenta el segundo descenso de su historia, la figura de Jorge Segovia vuelve al centro de las críticas. Controlador del club desde 2008 y alejado físicamente de Chile desde hace más de una década, su rol vuelve a ser cuestionado por hinchas y observadores del fútbol nacional.
Lo nuevo. El descenso de Unión Española a la Primera B puso en el ojo del huracán a Jorge Segovia, el empresario madrileño que desde hace más de 15 años mantiene el control del club desde el extranjero.
Su figura, que combina una amplia trayectoria internacional en el rubro educativo con una gestión centralizada y distante en el ámbito deportivo, vuelve a estar en el centro del debate en un escenario adverso para el club.
Una gestión a distancia que incomoda. El domingo, en el Estadio Santa Laura, Unión Española selló su caída a la Primera B tras perder ante O’Higgins.
Las críticas de la hinchada no se hicieron esperar y, aunque parte de la ira se concentró en el gerente general Sabino Aguad, el blanco principal fue Jorge Segovia.
El empresario reside fuera de Chile desde 2012, cuando dejó el país tras problemas con la justicia, pero nunca soltó las riendas del club.
“Hubo una destrucción de imagen de él, una destrucción con poco fundamento”, dijo Aguad en una encendida defensa al empresario español. Incluso lo comparó con Franco Parisi, afirmando que “si un candidato presidencial pudo postular sin estar en Chile, ¿por qué no un dueño de club?”.
Segovia no solo mantuvo el control tras su partida del país, sino que este año, según el propio Aguad, se desligó de todos sus negocios salvo Unión Española, a la que se dedicó de forma “100% involucrada”. La afirmación contrasta con las críticas sobre su ausencia física y decisiones que, pese a ser tomadas desde lejos, afectarían directamente al rendimiento deportivo y la estabilidad institucional.
Quién es. Nacido en Madrid en 1962, Segovia construyó su fortuna en el sector educacional. Es hijo de Felipe Segovia Olmo, fundador de la Institución Educativa SEK, nacida en España y hoy con presencia en 17 países.
Jorge Segovia llegó a Chile en 1982 para fundar el Colegio Internacional SEK Chile, primera sede fuera de Europa.
En 1989, lideró la separación de la Institución Internacional SEK, creando un nuevo conglomerado educativo con colegios y universidades en América Latina, Europa y África.
Actualmente, controla 24 colegios y universidades en Chile y Ecuador.
Este año, Segovia renunció a la presidencia de la Institución Internacional SEK, delegando la gestión a su hija Mónica, pero reteniendo el control de Unión Española. Por lo tanto, el club sigue siendo un proyecto personal, gestionado en un esquema familiar.
De la promesa a la crisis deportiva. Segovia ingresó al fútbol chileno en 2008, comprando por unos $2.500 millones los derechos federativos, el plantel y el logo de Unión Española.
En paralelo, se adjudicó la concesión por 30 años del Estadio Santa Laura, a través de la Inmobiliaria y Promotora Unión Española S.A., separando legalmente al club de su recinto histórico.
Bajo su dirección, el club vivió un renacer deportivo: llegó a la final del Torneo de Apertura 2009, clasificó a la Libertadores 2011 y se coronó campeón nacional y de la Supercopa en 2013. Sin embargo, en los últimos años el proyecto entró en un claro deterioro, con un plantel debilitado, poca inversión en refuerzos y una desconexión creciente con la hinchada.
Experiencia con Jadue. En 2010, Segovia fue elegido presidente de la ANFP tras vencer a Harold Mayne-Nicholls, pero su llegada al cargo fue bloqueada por una inhabilidad reglamentaria.
Poco después, con la llegada de Sergio Jadue a la presidencia, Segovia fue nombrado vicepresidente de la ANFP, presidente del Canal del Fútbol y del INAF.
Su nombre reapareció en el foco público en 2020, tras el estreno de la serie El Presidente de Amazon Prime Video, donde fue retratado por el actor Daniel Muñoz.
Segovia anunció acciones legales contra Amazon, acusando “una peligrosa mezcla de hechos reales con ficción”.
Un club en riesgo económico tras el descenso. El escenario financiero tras el descenso es crítico. Unión perderá cerca de $2.000 millones por ingresos televisivos, y los contratos vigentes fueron firmados bajo condiciones de Primera División.
Sin cláusulas de salida automáticas, el club deberá renegociar con varios jugadores o asumir altos costos.
Incluso hay rumores de que se pondría en venta el estadio Santa Laura, lo que generaría fuertes divisiones al interior de la dirigencia.
