Existe una serie de mitos que rodean tanto a la vacunación contra la influenza y también con respecto a esta enfermedad que ya ha cobrado más de 20 víctimas fatales este año en Chile. La microbióloga y asesora en Microbiología y Biología Molecular de Laboratorio Vidaintegra, Dra. Cecilia Tapia, aclara varios de ellos.
Mito 1. Basta vacunarse una vez en la vida para
estar protegido.
Falso. “El virus de la influenza varía año a año, ya que su estructura tiene
una parte conservada y una variable. Esta última cambia cada año, por lo que la
vacuna es diferente cada temporada”, explica la especialista. Por esta razón,
la vacuna administrada solo nos protegerá de la cepa particular para la que fue
diseñada, no para las nuevas.
Mito 2. Las medidas de higiene sirven para prevenir
contagios.
Verdadero. La Dra. Tapia señala que “las medidas de higiene como lavarse las manos
de manera frecuente, toser o estornudar tapándose nariz y boca con el
antebrazo, sirven para disminuir la dispersión del virus. Ayudan, pero no evita
en un 100% la dispersión del virus ni los contagios”.
Mito 3. “No me vacuno porque me enfermo”.
Falso. Este es quizás uno de los mitos más frecuentes, sin embargo, la
especialista de Vidaintegra es clara: “La vacunación no hace que uno se
resfríe. El único efecto adverso que puede tener se produce si eres alérgico al
huevo, porque las vacunas se generan a partir de ellos, también es posible sentir
algún malestar o una reacción febril local”. Si después de la vacunación una
persona se enferma, la Dra. Tapia afirma que es simplemente azar, ya que “en
este tiempo, con el frío, somos más susceptibles de adquirir algún virus”.
Mito 4. La gripe, el resfrío y la influenza son lo
mismo.
Falso. La gripe es una enfermedad sistémica que “afecta a todo el cuerpo y no
siempre tiene los síntomas respiratorios clásicos. Puede haber un cuadro
febril, dolor muscular y vómitos, si se trata de niños. El resfrío común, en
cambio, se da por un virus llamado rinovirus y produce una infección más leve,
generalmente solo nasal, con ganas de estornudar, sin embargo, puede dar mayor
sintomatología en pacientes susceptibles. La influenza es una enfermedad viral
que puede llegar a ser grave, por eso es importante vacunarse, sobre todo los
adultos mayores”, advierte.
Mito 5. Las personas pueden morir a causa de la
influenza.
Verdadero. “Una persona sí puede morir por la influenza. Es más probable que la
mortalidad sea mayor en pacientes de edad, pero también puede matar a gente
joven. No hay que olvidar que la gripe ha producido pandemias a nivel mundial y
han muerto millones de personas porque tiene una diseminación muy rápida”, enfatiza.
Mito 6. Solo deben vacunarse los grupos de riesgo:
embarazadas a partir de la semana 13 de gestación, adultos mayores, niños y
niñas entre 6 meses y 5 años y enfermos crónicos.
Falso. “Lo ideal es que todos pudiéramos vacunarnos. En los grupos de riesgo el
impacto es mayor, porque si se enferman pueden tener un cuadro más grave”,
señala la facultativa, y agrega que al estar todos vacunados, o buena parte de
la población, existe una acción grupal de barrera que permite que el virus no
se disemine con facilidad.
Mito 7. Para que las vacunas actúen, debe pasar un
periodo de 10 a 14 días.
Verdadero. Tal como sucedió con la vacuna de la fiebre amarilla, en la que el
llamado era a ponérsela al menos 10 días antes de viajar a Brasil, en este caso
es lo mismo. “La respuesta inmunitaria requiere de 10 días a dos semanas, y de
ahí queda en permanencia”, afirma.
Mito 8. El resfrío, la influenza y la gripe se
tratan de la misma forma: con analgésicos, descanso y líquido.
Falso. La influenza, en gran parte de los casos, requiere un tratamiento
antiviral, sobre todo en enfermos crónicos, asmáticos, etc. En el caso del
rinovirus o resfrío, basta en muchos casos con analgésicos, líquido y descanso.
La facultativa señala que “lo importante es identificar de qué virus estamos
hablando para seguir el tratamiento adecuado”.
Mito 9. El mejor momento para vacunarse es antes
del peak del brote de influenza.
Verdadero. “El peak de
la enfermedad recién comienza. Vacunarse lo antes posible permite al organismo
prepararse de buena forma para prevenir y así enfrentar la influenza de mejor
forma”, señala la Dra. Tapia.