Autoridades revisaron funcionamiento de este terminal de buses interurbanos para asegurar condiciones de traslado en pasajeros.
Asegurar que las personas que se embarcan en el terminal rodoviario de Iquique no presenten algún síntoma o puedan ser sospechosos de COVID-19, es el objetivo del control sanitario que se encuentra en pleno funcionamiento y que fue revisado por Seremi de Salud, Manuel Fernández, junto a su par de Transporte, Carlos Navarrete.
Este control consiste en la toma de temperatura de cada pasajero y la tripulación del bus. Si todo está en orden, después que el conductor completa la declaración de transporte interurbano, se entrega la respectiva autorización sanitaria, documento que les permite movilizarse por la región. Todo este procedimiento es realizado por profesionales del área de la salud.
“Este control sanitario busca certificar que las personas que viajen desde este terminal no sean sospechosos de COVID-19 y por lo tanto, eventuales fuentes de contagio de coronavirus. De esta manera prevenimos la propagación de este virus y aseguramos las condiciones de viaje de los otros usuarios de estos buses”, indicó el Seremi de Salud, Manuel Fernández.
Durante la fiscalización también se revisó el uso obligatorio de mascarillas para disminuir las posibilidades de contagio del COVID-19, dentro de espacios reducidos como es el caso de los buses. Quienes no cumplan con la normativa de uso de mascarillas, arriesgan multas desde 2 millones 500 mil pesos.