Las energías renovables no convencionales, sin duda alguna, están teniendo un importante nivel de penetración en el mundo entero y Chile en particular, básicamente por las excepcionales cualidades del recurso solar, eólico, geotérmico y marítimo existente.
Hasta el momento, una de las debilidades que han argüido aquellos quienes se han opuesto al desarrollo de las ERNC, ha sido su intermitencia.
En columnas anteriores, he hecho referencia a que esa situación ha sido resuelta técnicamente con proyectos de diversos tipos, solamente por mencionar algunos: la acumulación en embalses de agua de mar, que complementariamente opera con energía solar y/o eólica, el uso de grandes volantes que mantienen energía mecánica acumulada, gigantescos globos que mantienen aire a presión debajo del mar, y muchos otros variados sistemas, alguno de los cuales ya se encuentran próximos a ser visto en nuestro país.
Por otra parte, para los consumos domiciliarios, existe desde luego la acumulación de la energía en baterías de acumulación: líquidas, de gel, etc.
Sin perjuicio de ello, desde hace poco también estamos viendo notables avances tecnológicos en este campo, como es la acumulación en baterías de alta eficiencia de acumulación y de
una gran densidad de energía (KWhr/Kg).
En efecto, recientemente hemos sabido que la compañía TESLA de Elon Musk, inventó una línea de baterías de iones de litio pensadas para almacenar energía en los hogares y en los pequeños negocios, que se alimentan con energía solar, eólica u otro tipo de fuente del tipo ERNC.
La batería se denomina PHB (Powerhall Home Battery), y cuenta con dos modelos, de 10 kWhr y 7kWhr cada uno (los modelos actuales tradicionales disponen de 1,2 kWhr) .
Para que se tenga una idea de lo que significan esos guarismos, quisiera señalar que una casa en Chile consume en promedio, con equipos eficientes en cuanto al uso de la energía, unos 5 KWh al día, lo que implicaría utilizar a lo más 1 batería de las que ha diseñado TESLA. Aún desconocemos su costo, pero evidentemente que bajará con el tiempo, como ocurre con todas las tecnologías.
Sin duda alguna que este nuevo salto tecnológico de la acumulación, permitirá una consolidación definitiva del uso de las renovables.
Hasta el momento, estos sistemas se han visualizado como aplicaciones en zonas aisladas principalmente (donde no llega la red), pero esta mayor eficiencia de las baterías, sin duda alguna, provocará que en el mediano plazo, los actuales usuarios de las redes eléctricas migrarán paulatinamente hacia el uso de sistemas fotovoltaicos y eólicos, entre otros.
En aquella época, posiblemente, estaremos evaluando qué es lo que se hará con las actuales centrales contaminantes y las redes de distribución.
Hernán Cortez Baldassano, Ingeniero Civil U de Chile, Especialista en Energías Renovables.