El Programa de Agua Potable Rural (APR) es un programa de la Dirección de Obras Hidráulicas perteneciente al Ministerio de Obras Públicas, credo en el año 1964.
Su principal objetivo es dotar de agua potable a la población rural, según calidad, cantidad y continuidad de acuerdo con la Norma Chilena NCh 409 Of. 84.
Busca de los habitantes beneficiados una participación responsable y permanente, para que sea la propia comunidad organizada a través de los denominados Comités de Agua Potable Rural., quienes efectúen la administración del servicio una vez construida la infraestructura.
Las APR, desde su creación han tenido un rol de tremenda importancia en la disponibilidad de agua potable en el país, especialmente en aquellos lugares en los que las empresas sanitarias no llegan por razones de accesibilidad y/o económicas.
Cumplen un rol esencial, especialmente en estos tiempos en que la escasez de agua está muy presente en los territorios rurales.
Abastecen diversas cantidades de población y caudales y su denominador común son la disponibilidad de pozos, tuberías, sistemas de filtración y sistemas de acumulación, generalmente en copas elevadas metálicas o de hormigón, los cuales a través del principio de la gravedad abastecen a la población beneficiada localmente.
Pero lamentablemente, las APR adolecen de ciertos problemas que en algunas ocasiones son difíciles de sortear, o al menos costosos.
Uno de ellos es la escasez de agua en los pozos habilitados, lo que hace que requieran fuertes inversiones para encontrar y habilitar nuevos pozos en los que exista agua. En muchas ocasiones deben profundizar los pozos para acceder a más agua.
Otro problema es la calidad del agua, porque la profundización de los pozos provoca cambios importantes en la composición del agua, y en la mayoría de los casos aparecen nuevos minerales, que hace que las APR´s deban invertir fuerte sumas de dinero en filtrado y/o tratamiento de aguas mediante procesos como la osmosis inversa. Probablemente, y de manera gradual, veremos como las APR´s se verán en la necesidad de mejorar la calidad del agua, especialmente en la medida que se realicen mejoras a los niveles de cumplimiento de las normas del Ministerio de Salud.
El tema del consumo eléctrico también es un elemento clave en la ecuación del costo de producción de 1 m3 de agua potable, pues representa el 50% del costo, y a veces más, dependiendo de las tarifas contratadas por la APR con las empresas distribuidoras de energía en la zona.
Cuando pensamos en agua, lo primero que se nos viene a la mente es la gran sequía que vemos a diario en distintas regiones del país, la que ha provocado enormes daños a los productores agrícola y de otros sectores productivos, así como también, restringido el consumo humano. Las APR´s, de alguna u otra forma, están sufriendo esta situación.
El cambio climático y los gases de efecto invernadero nos hacen ver el futuro con pesimismo, y también, en que no tenemos solución de forma inmediata, pero las hay.
Todas las acciones en general, requieren grandes magnitudes de financiamiento, la construcción de infraestructura que toma 10 años o más, y necesitando aplicar mucha gestión al agua, a veces imposible por lo que significa.
Sin embargo, en este contexto, podríamos señalar que la desalación de agua de mar y las energías renovables son perfectos primos hermanos para solucionar esta problemática.
Se puede afirmar que ambas tecnologías operan de una manera perfecta, porque permiten que el costo del agua sea muy bajo, básicamente originado en los costos del operador y algunas reposiciones de elementos de muy bajo valor.
En este contexto, las APR´s también tienen la posibilidad de acceder a estas tecnologías autónomas y económicas, las cuáles sin duda alguna permitirán mejorar la cantidad y calidad del agua disponible y satisfacer las demandas futuras de este vital líquido para la vida humana.
Hernán Cortez Baldassano
Ingeniero civil
Universidad de Chile.
www.enersa.cl
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