En un hecho inédito para la industria automotriz y robótica, el robot humanoide AiMOGA Mornine logró abrir de manera completamente autónoma la puerta de un automóvil en un concesionario real, transformándose en el primer robot del mundo en alcanzar este complejo hito de interacción física.
Este avance marca el paso definitivo de la inteligencia robótica desde el laboratorio hacia la vida real, y abre la puerta —literal y simbólicamente— a la futura integración de robots de servicio en la industria automotriz y en la vida cotidiana.
El logro llega en un contexto de expansión global para el Grupo, que este año escaló hasta el puesto 233 en el ranking Fortune Global 500, con un salto histórico de 152 posiciones y más de 5 millones de vehículos exportados. EXEED, que no solo mantiene un crecimiento sostenido en ventas, sino que también lidera en innovación tecnológica con el desarrollo conjunto del robot AiMOGA, concebido como un asistente inteligente para la experiencia automotriz.
Aunque abrir la puerta de un auto parezca un gesto simple, para un robot implica superar enormes desafíos de percepción, planificación y control. El equipo de AiMOGA logró este hito tras millones de simulaciones y entrenamientos con algoritmos de aprendizaje por refuerzo, que permitieron que el robot aprendiera por sí mismo a identificar y manipular una manilla sin instrucciones explícitas.
Equipado con sensores multimodales, cámaras de profundidad y un modelo de inteligencia artificial de gran escala, el robot puede reconocer su entorno, adaptarse a distintos tipos de manillas y responder en tiempo real a imprevistos como resistencia extra o cambios de posición, replicando lo que sería un “reflejo humano”.
AiMOGA ya se encuentra en fase piloto en distintos concesionarios, donde cumple funciones de recepción, guía de productos y asistencia en la experiencia del cliente. Su capacidad de abrir la puerta de un vehículo se ha convertido en un símbolo de su rol como asistente comercial inteligente y en un paso clave hacia la comercialización de robots humanoides en la industria automotriz.
El próximo desafío será perfeccionar su desempeño frente a distintas condiciones —desde cambios de iluminación hasta tipos de manillas— y acortar los tiempos de aprendizaje para nuevas tareas. La visión de sus creadores es que, después de abrir las puertas de los autos, abra también las puertas de los hogares y de múltiples escenarios de servicio.
“Hoy abrimos la puerta de un auto en un concesionario; mañana queremos abrir la puerta a una nueva era de robots al servicio de las personas”, destacaron desde el equipo de desarrollo de AiMOGA.
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