- En el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad 2025, la fundadora de Circuito Norte -organización que impulsa Barquito de Papel y Estudio Of- recibirá mañana una distinción regional que reconoce más de una década de trabajo cultural en Tarapacá y subraya la urgencia de fortalecer las políticas públicas de accesibilidad cultural en Chile.
Cada 3 de diciembre, el mundo detiene la mirada para reflexionar sobre las desigualdades que aún enfrentan las personas con discapacidad y para visibilizar los esfuerzos que buscan garantizar sus derechos. En esa misma línea, Tarapacá reconocerá este año el trabajo de Andrea Bonardd, cuya trayectoria se ha convertido en una referencia regional en materia de accesibilidad cultural, inclusión y participación comunitaria desde la diversidad funcional.
Este reconocimiento será otorgado por la Ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Carolina Arredondo, en atención al aporte que la gestora ha realizado en la construcción de un ecosistema cultural más inclusivo y accesible. Con más de dos décadas de trabajo en territorios del norte grande, destaca por haber impulsado iniciativas pioneras enfocadas en la diversidad funcional, la formación artística y el fortalecimiento comunitario.
Nacida en Santiago y sin haber tenido aproximaciones al arte durante su infancia, su vínculo con las artes llegó cuando a los 18 años ingresó a un taller de teatro que transformó su manera de entender el mundo. Con esa primera experiencia descubrió que la creación artística no solo moviliza emociones, sino que también puede convertirse en una herramienta de transformación colectiva. Ese hallazgo la llevó a dedicar su vida a la gestión cultural.
Su llegada a Tarapacá implicó un giro decisivo. Desde 2004 comenzó a trabajar con el territorio, enfrentándose a un ecosistema marcado por desigualdades, falta de infraestructura y grandes distancias. “En regiones extremas la cultura no se da por sentada; hay que empujarla, sostenerla y defenderla”, afirma. Esa convicción la llevó a fundar, en 2013, Circuito Norte, organización que hoy cumple 12 años y que sostiene proyectos de alto impacto regional como Barquito de Papel -programa de creación y formación para personas con diversidad funcional intelectual- y Estudio Of, un espacio de experimentación artística y comunitaria que integra programación cultural y acompañamiento creativo.
A través de estas iniciativas, la especialista en Educación Especial, Gestión Cultural y Máster en Mediación Artística, ha sido clave en instalar un cambio de paradigma: posicionar a personas con diversidad funcional no solo como beneficiarios, sino como creadores y agentes culturales con voz propia. La publicación del libro Soy lo Imprevisto y la apertura de Barquito Escuela son hitos que evidencian ese avance, permitiendo ampliar la cobertura y fortalecer el derecho a la participación cultural en una región históricamente rezagada en esta materia.
Pese a los logros, la gestora insiste en que aún quedan desafíos profundos: avanzar hacia políticas públicas que comprendan la cultura como un derecho, fortalecer los mecanismos de financiamiento en regiones y garantizar condiciones reales de accesibilidad cultural. “Durante años, se ha mirado la cultura como un sector poco productivo. Ese enfoque limita el desarrollo y desconoce el impacto real que genera en la vida de las comunidades. La accesibilidad cultural es justicia social, dignidad y participación”, sostiene.
Premio Guillermo Jorquera Morales 2025
Respecto del reconocimiento recibido, lo asume con mesura, pero también con claridad sobre su significado: “Es una confirmación de que estamos aportando algo valioso a la región. Pero también es un recordatorio de que queda mucho por construir. Mi compromiso está puesto en lo común y en seguir abriendo caminos para que más personas puedan habitar la cultura en igualdad de condiciones”.
Bonardd enfatiza que este logro no es individual. “Nada de lo que hacemos sería posible sin mi equipo. Somos un grupo pequeño, pero profundamente comprometido. Este reconocimiento también es de ellas”, destaca.
De cara al futuro, su principal sueño es contar con un espacio plenamente habilitado para recibir a más jóvenes y sus familias: un lugar digno, accesible y vivo que permita expandir los modelos colaborativos que ha desarrollado junto a las comunidades de Tarapacá. “Queremos seguir creciendo, pero crecer con sentido”, puntualiza.
Su propósito, afirma, puede resumirse en una sola frase: “La accesibilidad cultural es participación, dignidad y derecho”. En este Día Internacional de las Personas con Discapacidad, este reconocimiento permite visibilizar el trabajo que se ha impulsado desde el extremo norte del país, recordando que la cultura -sobre todo en territorios como Tarapacá- no solo crea obras, sino también comunidad, identidad y futuro.
