Las calles céntricas de Iquique, estaban colmadas de público. Lo mismo ocurría con los Supermercados, las ferias, restaurantes y los principales Centros Comerciales. En Zofri, no había donde estacionarse. El dinamismo del Año Nuevo hacia correr a jóvenes y gente mayor. Peluquerías y salones de belleza, estaban totalmente repletos, incluso damas y señoritas haciendo “colas”, esperando por una atención. Los Hoteles tenían todas sus reservas vendidas. También observe Mini Markets con igual actividad comercial.
Son muchos los hogares que preparan sus cenas familiares. Una tradición que se mantiene viva y que se disfruta en paz y amor. En familias numerosas siempre se hace “costoso” este encuentro social de seres amados. Me recuerdo, que algunos abuelos del barrio Latorre, siempre invitaban a sus hijos casados, nietas/os y no faltaba un “tío” que le ponía “la guinda a la torta”. Aquí no existía la clase social alta. Solamente los reunía el parentesco de sangre o legal en el último día del año y el comienzo del primero del nuevo año.
Amor, amistad y alegría es lo que reina en esta festividad de Año Nuevo. Los parabienes, en honra buena recibe el año 2022. Buenas y positivas vibras son los deseos que se multiplican en cada hogar. Después, la quema del “mono” y fuegos artificiales –aunque hoy prohibidos- de igual forma están en nuestra idiosincrasia en la despedida del año viejo y la llegada del nuevo.
Cuando uno es niño, todo este acontecer del Año Nuevo, es una aventura de dimensiones mágicas, de encuentros inesperados y el paso de los 365 días del año nos puso desafíos que nos enseñaron más de la vida. Pero cuando nos volvemos personas más adultas y envejecemos en estos trescientos sesenta y cinco días, cada nuevo día es un milagro de nuestra misma existencia.
Con que música y canción vamos a bailar este 2022. La salud esta primero. Después, tener las condiciones de una vejez digna. Aquí, nos damos cuenta del trabajo bien remunerado y de contar con una pensión reproductiva de bienestar y felicidad humana. Por estas razones, lógicamente que el año 2021, que se nos fue, recogió algunos ideales de la mayoría de nuestro pueblo. Otras utopías y sueños se quedaron en las esferas del cielo infinito.
Cabe destacar la elección de los Constituyentes. El funcionamiento de la Asamblea/Convención Constituyente en la redacción de una nueva Carta Magna auténticamente democrática, solidaria, justa y libertaria. Asimismo, la elección de los Gobernadores Regionales, reemplazando a los Intendentes, en un contexto histórico sin precedentes. Sin embargo, todavía falta dar el vamos por eliminar la figura política de los Delegados presidenciales en todas las regiones del país, si verdaderamente queremos descentralizar Chile.
A partir del 19 de Diciembre del año 2021, tenemos una figura joven como Presidente Electo, quien asumirá la gobernanza de norte a sur de nuestro país. Por ningún motivo será una tarea fácil. Muy por el contrario, su mandato debe enfrentar un país con mucha pobreza y con grandes demandas regionales. La ruta no está para nada despejada. Los sectores fuertemente ideologizados por el neoliberalismo salvaje, no están dispuesto a ceder el poder económico, con el cual han hecho sus fortunas.
A un viejo amigo de la población del Colorado, le llegó un correo electrónico, donde se le explicaba el día que tenía que pagarse su pensión, además, se hacía hincapié que “no dejarán gobernar a este cabro y que van a recuperar la Moneda”. Para mi entender, es una clara señal, que van a utilizar todos los medios posibles por neutralizar el programa de Gobierno y desde el Congreso articular el derrumbe del Presidente.
En estos momentos el país atraviesa por varias crisis: económica con una inflación disparada, alzas continuas y abusivas del combustible, gas, luz y agua. Desvalorización del peso y en general un duro desempleo. Prolifera la delincuencia violenta y la drogadicción hace de las suyas. Agreguemos una desatada emigración, especialmente Venezolana, donde los controles dispuestos son sobrepasados. Sumemos un grave déficit de viviendas, en fin, la lista es demasiado larga.
Un capítulo aparte merece los problemas de salud que nos causó la Pandemia del Covid-19. Destrozó familias y su mortal virus atravesó diferentes clases sociales. Nadie puede discutir los daños que nos ha ocasionado, en todo orden de cosas. También, sacó adelante lo mejor del ser humano. Valentía, amor al prójimo y el compromiso humanitario del personal hospitalario que en primera línea atendieron a sus pacientes, cumpliendo su deber laboral, por encima del riesgo de sus propias vidas. Lo mejor, fue el programa de “vacunación”.
Poniendo fin a estas palabras, año viejo versus año nuevo. En busca de soluciones prácticas, de fondo, atinadas en una mejor convivencia nacional, reitero no será tarea fácil. El tiempo es corto y las prioridades son muchas. Entonces, ¿Quién y cómo le ponemos el cascabel al gato? Las medidas que se necesitan debieran ser rigurosas pero con prudencia. No se alcanzan los cielos de un solo salto.
En estos últimos días he escuchado y he visto a más de un político del oficialismo de Piñera, de querer pautear al Presidente electo Gabriel Boric. Incluso proponen nombres para ciertos Ministerios.
Lo que sí es cierto, sean los que asuman estas responsabilidades de Gobierno, no me queda duda, serán personas competentes, idóneas y versados en la materia en la cual se van a desempeñar. Por supuesto, mejor aún si tienen historia y experiencia, en aras de hacer lo mejor posible en sus respectivos cargos públicos.
En estos primeros días de Enero del año 2022, está el ánimo de desear lo mejor para todos los chilenos/as. Nuestros compatriotas se merecen lo mejor de la vida. Los problemas, el dolor y dificultades son parte de nuestra existencia. Tampoco, son y serán iguales para todos. La vida, según desde el lugar y los pensamientos universales de cada uno de nosotros, también es corta y debemos disfrutarla.
Amigos/as, que tengan un mejor año 2022. Que vuestros sueños y anhelos se cumplan. Mientras, no dejemos para mañana, lo que podemos hacer hoy. Cada día tiene su propio afán, que nuestras decisiones, entre miles, sean las más sabias…El destino y futuro de Chile, depende de todos nosotros.
Nelson C. Mondaca Ijalba
nmonijalba@gmail.com