A la Scaloneta se le hizo natural llegar a una final. Y no necesita brillar ni desplegar un fútbol de alto vuelo como el que demostró en varios juegos del Mundial de Qatar. Al equipo le alcanza, al menos en estas instancias de la Copa América, con ir en piloto automático. Por eso fue claro y merecido el 2-0 ante Canadá, más allá de algún sufrimiento en los últimos minutos. Vendrá ahora Uruguay o Colombia y habrá que elevar el rendimiento.
Pero lo positivo para Scaloni y el resto del cuerpo técnico es que la Selección disputó en Nueva Jersey su mejor partido y, encima, Lionel Messi se estrenó en la red. No se imagina un escenario mejor para la gran final del 14 en Miami. “El domingo cueste lo que cueste/el domingo tenemos que ganar”, cantaron en la mitad de la cancha los futbolistas, a quienes el hambre por seguir ganando se le evidencia en los ojos.
Scaloni realizó varias modificaciones para el juego ante Canadá y no solo de nombres, sino también de funciones. El esquema volvió a ser un 4-3-3, aunque flexible. Y que la última imagen de la etapa inicial le haya pertenecido a Julián Álvarez explica bastante lo que ideó Lionel Scaloni. Porque el Araña se impuso por sobre el goleador del torneo, Lautaro Martínez, por su denodado esfuerzo y por la capacidad para ocupar varias posiciones casi que al mismo tiempo. (Consignado por Clarín) (Foto Conmebol)
