Así es. Son pocos los habitantes de esta antiquísima comuna. Apenas 1.255 pobladores. Sin embargo a cien días de la pandemia están entre las 23 comunas del país donde el coronavirus no ha llegado. Los vecinos están haciendo todo lo posible para ahuyentarlo.
La comuna de Camarones, dueña de un valioso patrimonio arqueológico, está ubicada de la Región de Arica, a 111 kilómetros de la «Puerta Norte de Chile» y a 256 kms de la «Tierra de Campeones».
Sus 1.255 habitantes se distribuyen en las localidades como Camarones, Codpa, Caritaya, Esquiña y Cuya. Además, en varios caseríos, entre ellos, Chitita, Cochiza, Illapata, Maquito y Cobija.
Dos medios de comunicación dieron cuenta de este record: Las Últimas Noticias y 24 horas, que informaron que son 23 las comunas del país que no registran covid-19: En Arica-Parinacota: Camarones y General Lagos; en Antofagasta: Ollagüe; en Valparaíso, Juan Fernández; en Maule: Vichuquén; Ñuble, Cobquecura; en Los Lagos: Conchi, Queilén, Puqueldón, Curaco de Vélez y Palena; En Aysén: Cisnes, Cochrane, RíoIbáñez, Guaitecas, Lago Verde, O’Higgins y Tortel; en Magallanes: Torres del Paine, Río Verde, Timaukel, Laguna Blanca y Antártica.
ALCALDE DE CAMARONES
En Camarones, el alcalde Iván Romero contó al diario Las Últimas Noticias que una de las grandes fortalezas para que no haya entrado el coronavirus es la ayuda de la propia comunidad. «La primera medida fue instalar lavamanos en todos nuestros pueblitos y en la pasada de Cuya, que es por donde pasa la carretera, la Ruta A-5. Los lavamanos tienen una leyenda que dice: «Una mano lava la otra y las dos limpias, salvan tu vida», y con una campaña de decirles a las personas que usen mascarillas, desinfectar los zapatos y con barreras sanitarias en los pueblos», explicó Romero.
Detalló que «en algunas localidades, como en Camarones, como eso pertenece a la reforma agraria, los vecinos decidieron ‘colocarle’ candado al pueblo. Este es un pueblo particular, estuvimos conversando y yo andaba con un par de cadenas y me dijeron: Alcalde, páselas. Y le pusieron cadenas, candado y luego portón. Y ellos se organizaron de tal manera que hacen turnos para ver quién pasa y a qué hora pasan. Hemos tenido líos, pero los hemos arreglado. La diferencia es que somos una comuna rural al lado de Arica. Tenemos adultos mayores y hemos logrado que sus hijos y nietos que trabajan y viven en Arica no suban y les manden solo las encomiendas».
