El próximo sábado 27 de abril, será el nuevo aniversario de Carabineros de Chile N° 92 y nos presenta una nueva generación de altos mandos. La mayoría de ellos son provenientes de fines del siglo pasado y de los años ochenta y noventa. Los tiempos de hoy son muy diferentes a los de aquellos de su creación en 1927, en particular por la incorporación de la mujer dentro de su estructura orgánica y de la academia policial.
Últimamente, es doloroso reconocer que esta institución fue víctima de actos contrarios a sus principios de fondo, donde, algunos oficiales cometieron graves ilícitos y desfalcos millonarios; cuyas sumas son verdaderamente escandalosas, situación que aún investiga la justicia para condenar a los procesados, caiga quien caiga.
Estos lamentables acontecimientos, siendo un punto negro, deja grandes tareas por mejorar la propia estructura financiera de Carabineros y su respectiva fiscalización de recursos. Con todo el daño que se le causo a la Institución, sin embargo, la crisis presenta una oportunidad para mejorar su labor administrativa interna.
Desde otra perspectiva, por sobre la crítica de la impronta pragmática, están en primer orden: su labor, su obra, su misión, la seguridad pública, la prevención, la solidaridad social y educativa. Es decir, la historia de Carabineros de Chile seguirá adelante y presente en la vida cotidiana de nuestro país, brillando en lo más alto de los cielos de nuestra patria.
Considero que muchas veces, caemos en opiniones, que a mi juicio, merecen calificativos duros por la gravedad de los hechos, con todo éstos no debieran ser extremistas, viscerales y sembradores de tempestades. Los profesionales que emiten estas opiniones no pueden aprovechar los espacios públicos para denigrar y desprestigiar con ventilador el trabajo abnegado de Carabineros de Chile.
Conozco muy de cerca lo bueno y malo de lo que hacemos los seres humanos en las instituciones. Mi padre, Carlos Agustín Mondaca Flores, fue Carabinero por toda su vida en nuestra ciudad. En varias oportunidades cuando existieron problemas con nuestros países vecinos tuvo que alejarse de su familia y dejarnos solos cuando éramos niños. El motivo que recuerdo, fue ser parte de un contingente especial para resguardar la unidad de nuestro territorio en la frontera y la integridad de los habitantes en las zonas andinas en Tarapacá. Estas misiones eran confidenciales y temporales. Después, de algunas semanas, su regreso para nosotros era motivo de gran alegría y felicidad.
No existe una sola tarea para Carabineros: el control del orden público, cumplir con las órdenes de las autoridades civiles y judiciales, velar por el cuidado de los menores vulnerables o en riesgo social, el rescate de damnificados en catástrofes naturales, labores de tránsito, ayuda a la comunidad en la prevención de delitos, el combate a la delincuencia y drogas, en concreto, se pueden destacar múltiples funciones serias, austeras, dignas y pacíficas en democracia, atribuibles a toda su dotación en general, sin importar sus grados, cumplen estas honrosas actividades de servicio público. Por supuesto, siempre de tiempo en tiempo, nos vamos a encontrar con excepciones a la regla, pero, estas acciones aisladas no van empañar la legitimidad de su Institución.
Su actual General Director, Mario Rozas Córdova, asumió sus labores recientemente el pasado 22 de Diciembre 2018, mientras a la vuelta de la esquina encuentra los desafíos de modernizar e impregnar una nueva cultura policial, bajo el peso de una creciente demanda poblacional por mayor seguridad ciudadana. Saludos fraternos en este nuevo aniversario a esta Institución y a todo su personal. En Iquique, a través de su General, Rodrigo Vicencio Pérez, Comandante de la Primera Zona de Carabineros de Chile.
Nelson C. Mondaca Ijalba
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