Señor Director: Hay hechos que son indesmentibles en los días que corren, donde todo parece estar patas pa`rriba. También en mis tiempos se decía: «Está la crema» o «Está le escoba».
Y no me refiero a la situación económica del país, con una inflación galopante indesmentible. Además, de un dólar por las nubes.
Todo mal.
Y hay hechos cotidianos que ayudan a esta mezcolanza, para decir que sí. Está todo mal.
Veamos algunos hechos: Un embajador (representante de Chile) haciendo cosas que no corresponden. Él en su espacio privado tiene todo el derecho de hacer lo que estime conveniente (ahora que se habla tanto de derechos y no de deberes), pero cuando representa a un gobierno que habla de dignidad e igualdad, no puede usar el dinero asignado y que pertenece al Estado de Chile, que es de todos los chilenos, no puede cometer desaguisados como la fotografía que él mismo subió a las famosas y tristemente célebres redes sociales. Un embajador debe tomar decisiones cruciales. Bueno, él mismo decidió publicar la foto en cuestión que navegará por el ciberespacio hasta que todos estemos más que enterrados. El gobierno conoce el caso y el Presidente no sanciona ni multa, sino que le recomienda «orden y prudencia». Y sigue representando a Chile. ¿Usted tendría la misma suerte?
Después viene un artista, Daddy Yankee es su nombre, que llena el Estadio Nacional, lo van a ver miles de seguidores de todo el país y naciones vecinas que pagaron su entrada y… ¡queda la crema! ¿Por qué? Porque ahora hay muchos que no están dispuestos a pagar y no respetan nada. Simplemente, arremeten. Y, si los llevan detenidos, reclaman sus derechos. Y cabe una pregunta, un acápite: Queda claro que hay mucha gente que tiene plata de sobra porque no hay para lo vital, pero sí para ver a un cantante, donde algunos pagaron entradas que costaron 287 mil pesos. Allá ellos. El dinero es de ellos.
Luego vemos cómo arrecia la delincuencia y el narcotráfico. Hoy los bandidos que son capturados están un rato presos y a la calle de nuevo. Entonces, muchos recomiendan que es mejor enjaular las casas para protegerse. Vivimos como los canarios y las caturras. Y si se sorprende a un delincuente en el interior de la casa no hay que ni tocarlo, porque tiene derechos. Todo se justifica. Ahora si el dueño de casa tiene un arma inscrita legalmente y la usa, debe prepararse para vivir una odisea y malos ratos y quedar preso en vez del o los causantes del robo. Increíble, pero cierto.
Ahora, muchos conductores de vehículos tienen la licencia respectiva y no saben nada de las restricciones de la Ley de Tránsito ni señalizaciones, pero sí saben tocar la bocina, proferir garabatos y ofrecer golpes al tranquilo conductor que sabe manejar y usar las vías y respeta las reglas y al prójimo.
Después como hay demasiados conductores que corren en sus vehículos como desquiciados en vías urbanas, donde hay velocidad restringida y anunciada por las correspondientes señalizaciones, entonces la autoridad decide seguirles el juego y colocar infinidad de «lomos de toro», con costos millonarios que se podrían usar en bajar las «colas» (listas de espera) de las operaciones médicas, pero no. Vamos colocando «lomos de toro». Y ¿por qué mejor no actúan los que deben cursar multas? Ese dinero serviría para atender mejor, con más tecnología, a los pacientes que a duras penas tenemos para pagar los bonos o consultas particulares, donde además debemos esperar que los médicos nos atiendan a la hora que se les ocurre. ¿Ha visto algún médico que atienda a la hora que a uno lo citan?
Y hay más.
Se supone que los parlamentarios (también los consejeros regionales, concejales y alcaldes) deben tener una conducta intachable. Y tener muy claro que no todos los chilenos votaron por ellos, sólo representan a quienes sufragaron por ellos, aunque una vez que están en el Congreso Nacional, en los CORES o en los Concejos Municipales, deben hacer lo mejor por todos los chilenos y no por los pocos que votaron por ellos ni por los partidos (ideologías) que asumen, pero que no deben superponer por sobre los intereses del país y la totalidad de sus habitantes. Por lo visto, muchos no lo tienen claro. Volviendo al tema de los exámenes, por algún motivo, ellos mismos decidieron someterse para determinar si consumen drogas o estupefacientes prohibidos. Los resultados ya están, pero hay algunos que no quieren someterse. ¿Cómo cree usted que terminará este episodio?
Muchos tampoco se dan cuenta (o se hacen los lesos) que el triunfo absoluto del Rechazo sobre el apruebo fue una muestra contundente de los ciudadanos que quieren orden, respeto, libertad, trabajo y que se opondrán siempre al totalitarismo o a un gobierno comunista.
Finalmente, y es un hecho cierto. Muchos jóvenes nunca han pagado la luz, el agua, el celular, el colegio, la gasolina y muchas otras cosas. Las pagan su mamá o su papá. Que trabajan a conciencia por un futuro mejor. El dinero no cae del cielo. Eso los viejos, vieja en mi caso, lo sabemos y lo aprendimos con sangre, sudor y lágrimas, pero también felices cuando hubo logros que alegraron episodios de la vida. Entonces, un llamado a la juventud: Respeten a sus padres, respeten la legalidad vigente, quieran a su país, respeten las instituciones. Y no exijan derechos sino cumplen los deberes.
En Inglaterra decían «¡Dios salve a la Reina!». Aquí debemos decir: ¡Dios salve al país!
Rosalía Lourdes Andrade Y.
