El Tribunal Oral en Lo Penal de Viña del Mar dio a conocer este jueves la sentencia en contra de Johanna Hernández y Francisco Silva, condenados por el asesinato del profesor Nibaldo Villegas.
La ex esposa de Villegas deberá cumplir una pena de 40 años de presidio por el delito de parricidio, mientras que su actual pareja fue condenado a 20 años de cárcel por homicidio calificado.
Ambas penas corresponden a cadena perpetua, pero la sentencia de Silva es menor ya que no tenía vínculo legal o sanguíneo con la víctima.
El fiscal José Miguel Subiabre destacó que «se abordaron todos y cada uno de los procesos de la investigación, se llevaron a cabo los antecedentes para poder establecer la participación, la culpabilidad y el tribunal ha ponderado cada una de todas estas circunstancias para poder llegar a estas penas».
«Tengan en cuenta además que los conceptos es que cuando se habla de presidio perpetuo es para toda la vida y por lo tanto estas circunstancias de 40 y 20 años no son algo automáticas, en el tema de las libertades condicionales es el pleno de la Corte Suprema el que tiene que velar por la negación o la revocación«, dijo.
«Lo importante es que estas personas no van a poder lograr nunca su libertad, porque es presidio perpetuo y es para toda la vida», añadió el persecutor.
Hernández y su cómplice fueron absueltos por el delito de uso fraudulento de tarjeta de débito, ya que no se pudo acreditar que la robaron para poder usarla.
Ni Hernández ni Silva asistieron a la audiencia de este jueves y sus abogados ya confirmaron que apelarán a esta decisión.
Reacción de la familia
Tras conocer la decisión, Alejandro Villegas, hijo del profesor, manifestó que «es una tranquilidad para la familia haber terminado este ciclo, esto ha sido una batalla diaria para cada uno de nosotros y esto nos trae un nuevo aire, nos trae nuevas esperanzas, podemos seguir con nuestras vidas ahora en parte».
«Vamos a vivir siempre con el dolor, pero estamos súper orgullosos del legado que dejó él y de la familia que somos nosotros. Estamos tranquilos, estamos calmados, estamos felices, se hizo justicia», dijo.
Por su parte, Leandro Villegas, hermano de la víctima, relató que «es duro, una tortura enorme, yo no pude dormir nada, ahora estoy más aliviado. La gente puede confiar en las instituciones, están trabajando como debe ser y fueron sentenciados como corresponde, así que en ese sentido nos quedamos tranquilos como familia».
«Nuestro hermano ya no está con nosotros, pero está aquí entre toda la gente, en la unidad, el compañerismo, el apoyo, el colocarse en el lugar de otro. Es algo enorme lo que se logró y es porque él lo sembró», añadió.
Fuente: Cooperativa.








