Señor Director: De lunes a viernes voy a dejar a uno de mis nietos al colegio, por la avenida Arturo Prat. Como decimos en nuestro país: ¡Hay que echarle! Hay muchos que tienen licencia de conducir y no conocen las disposiciones que regulan el tránsito. Además, es una lata peligrosa puesto que hay exceso de automovilistas en lo mismo, por avenidas y calles estrechas. También se advierte la soberbia y la arrogancia.
Se hace el trayecto a la vuelta de la rueda. Una verdadera lata y muy peligroso porque no faltan los audaces, los nerviosos y los que nacieron para no respetarse ni ellos mismos.
Como es una rutina diaria, veo muchas cosas. Algunas increíbles. En el caso de los ciclistas, los veo por la avenida Arturo Prat. Algunos manejan la bicicleta sin tomar el manubrio y con las manos metidas en los bolsillos de la chaqueta, otros hablan por celular y vi a uno guiando su bicicleta sin manos y amarrándose su larga cabellera. Y, lo peor, muchos se exponen a un accidente grave o fatal: Cruzan pedaleando. No saben que para cruzar por un paso de peatones, es obligatorio bajarse de la bicicleta y cruzarlo andando. Lo dice la ordenanza, la ley y el sentido común. La bicicleta y el monopatín eléctrico son vehículos y cuando vas sobre ellos se deja de ser peatón.
Una vez, una sola vez y nunca más, se me ocurrió llamarle la atención a una ciclista que estaba cometiendo el error de pasar el cruce de peatón pedaleando. Mejor no lo hubiera hecho. me tapó a garabatos me mandó a la chu… me sacó a mi dulce mamá que está en el cielo hace rato y, por último, me dijo: Viejo culi… y la conch…! Violencia pura. ¿Qué se puede hacer ante eso? Así están las cosas.
Hay un antiguo chiste de Condorito. Va un ciclista pedaleando y dice,: ¡Sin manos! ¡Sin pies! Se da un porrazo y exclama: ¡Sin dientes! No queda más que reírse.
Abuelo feliz