- En la Sala Veteranos del 79 se exhibirá gratuitamente este viernes 7 de noviembre el montaje “Tenedor Libre, para los condenados a la esperanza», con dramaturgia de Iván Vera-Pinto.
Una oportunidad para que la comunidad pueda acercarse y disfrutar de las tablas es la que realiza la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, con la realización de la iniciativa “Noche de los Teatros”, una actividad que se replicará en todo el país y que busca activar distintas salas del territorio nacional. En Iquique se presentará la obra «Tenedor Libre, para los condenados a la esperanza», la cual cuenta con dramaturgia de Iván Vera Pinto, de la Compañía Teatro Universitario Expresión.
Esta función tendrá lugar el viernes 7 de noviembre a las 21 horas en la sala Veteranos del 79, ubicada en Zegers N°150 y tiene ingreso liberado para el público, sin requerir invitación ni retiro previo de entradas y solo se debe asistir 15 minutos antes pues el cierre de las puertas será a las 21 horas.
“Queremos invitar a la comunidad a reafirmar su compromiso con la cultura de la mano de esta Noche de los Teatros que busca reactivar la actividad en los distintos teatros. Tenemos funcionando el recién remodelado Teatro Municipal y hemos querido también visibilizar otros espacios, como la Sala Veteranos del 79, la que siempre está trabajando para aportar a la democratización del acceso a las artes escénicas. Creemos firmemente que el teatro es un espacio de encuentro y reflexión y la obra que exhibiremos va también en esa línea”, precisó la seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Sandra Mercado Martínez.
«Noche de los Teatros» se replicará en todas las regiones del país y este año será en homenaje al destacado actor, director de teatro y académico chileno, Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales 2015, Héctor “Tito” Noguera, quien falleció el 28 de octubre recién pasado a los 88 años.
La obra, que cuenta con el apoyo de la Universidad Arturo Prat, está dirigida a personas mayores de 12 años y la trama transcurre en un desierto arrasado por la guerra, con tres refugiados que avanzan sin rumbo, arrastrando una carreta que parece un cadáver con ruedas. Se trata de una metáfora de lo que arrastramos como pueblos, ya sean pérdidas, silencios y duelos sin cerrar.
