El programa Chile Presente, lanzado este año para promover la asistencia, la permanencia y la progresión escolar, constituye un avance significativo en la agenda de Reactivación Educativa. En este sentido, identificar las causas del ausentismo y la desvinculación escolar es fundamental para resguardar las trayectorias educativas de todos los estudiantes. Sin embargo, en el ámbito rural, la problemática adquiere matices específicos, pues la distancia entre hogar y escuela, la falta de transporte y la escasa conectividad no son simples dificultades individuales, sino expresiones de inequidades persistentes que terminan condicionando las oportunidades educativas y limitando la continuidad formativa de niños, niñas y jóvenes.
Si bien Chile Presente ya contempla medidas como equipos territoriales, formación docente y aulas de reingreso, el desafío está en asegurar que estas acciones se implementen con pertinencia en el mundo rural. Allí, las particularidades culturales y contextuales exigen adaptar su ejecución, evitando replicar esquemas pensados solo para lo urbano. Esto requiere voluntad política, seguimiento constante y un diálogo con las comunidades.
En definitiva, el éxito de Chile Presente dependerá de su capacidad para traducir un diagnóstico general en acciones que respondan a la diversidad de las realidades estudiantiles. Si las especificidades de las comunidades rurales no son consideradas, el programa corre el riesgo de perpetuar su histórica postergación. Por el contrario, integrarlas permitirá avanzar hacia un sistema educativo más justo, inclusivo y consciente de sus territorios.
Dra. Michelle Mendoza, Académica Facultad Educación y Ciencias Sociales Universidad Andrés Bello