- Todo adulto debe controlar su presión arterial, mínimo dos veces al año y más veces aún, en el caso de tener antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares.
El sábado 17 de mayo se conmemoró el Día Mundial de la Hipertensión Arterial, una fecha que busca concientizar a la población sobre la necesidad de controlar la presión arterial para prevenir complicaciones graves y garantizar una mejor calidad de vida.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 1.200 millones de adultos entre 30 y 79 años padecen hipertensión en el mundo. De ellos, un 46% desconoce su condición y la prevalencia aumenta con la edad: se estima que el 75% de las personas mayores de 65 años vive con esta enfermedad.
“El problema de la hipertensión es que suele ser silenciosa. Cuando la presión en los vasos sanguíneos se mantiene elevada, cada latido obliga al corazón a trabajar más de lo normal para bombear sangre”, explica el Dr. Christian Karmelic, cardiólogo y jefe del Centro de Enfermedades Cardiovasculares de Clínica Universidad de los Andes.
Los especialistas recomiendan que, a partir de los 18 años, todas las personas controlen su presión arterial, al menos, dos veces al año y debe ser aún más frecuente en quienes tengan antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares o crónicas. En el caso de no tratar la hipertensión, se multiplica el riesgo de sufrir infartos, accidentes cerebrovasculares o daño en órganos vitales como los riñones y los ojos.
El Dr. Karmelic también advierte que “la hipertensión es menos frecuente en niños, pero en el caso de que la presenten, refleja directamente problemas renales o cardíacos. Sin embargo, el aumento de los casos se relaciona con hábitos poco saludables: mala alimentación, sedentarismo, sobrepeso y consumo excesivo de sal”.
Aunque generalmente no da síntomas, la hipertensión puede manifestarse en forma de crisis, con signos como:
- Dolor de cabeza
- Visión borrosa
- Dolor en el pecho
- Dificultad para respirar
- Mareos o vértigo
- Confusión
- Náuseas y vómitos
- Sangrado nasal
Detectarla a tiempo y tratarla adecuadamente es clave para evitar complicaciones mayores, como insuficiencia renal, pérdida de visión, accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos.
