Como el logro de la adquisición de una herramienta que les permita trabajar y sostenerse en forma honesta y ser un aporte a la sociedad, fue el resumen que dejó la ceremonia de certificación del curso de panadería y pastelería, destinado para diez internas del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Iquique, CCP.
La actividad se desarrolló en el patio de visitas de la unidad penal y contó con la asistencia del director regional del SENCE, Iván Escare, la Jefa Técnica Regional de Gendarmería, Maribel Fernández, alcaide subrogante del CCP, teniente Fernanda Yáñez, la representante de la OTEC, Academia del Norte, las profesoras del curso, Marta y Carmen Gloria González, las alumnas e invitados.
Al inicio de la actividad se dio a conocer el propósito y los objetivos del curso, los que apunaron a entregar una herramienta para que las alumnas una vez que cumplan su paso por la unidad penal, puedan desenvolverse en un oficio que les permita llevar el sustento a su hogar.
La primera en usar la palabra fue la profesora Marta González, quien destacó que la reinserción laboral es una herramienta concreta para esos efector. No borra el pasado, pero abre futuro donde entrega habilidades reales que permite trabajar, producir y sostenerse con dignidad.
“Hoy se llevan conocimientos básicos en panadería, pero también, se llevan algo más profundo, la experiencia de haber cumplido un proceso, de haber terminado lo que comenzaron y de haber demostrado a ustedes, que si pueden”, dijo.
Además, destacó el esfuerzo de las internas por concluir satisfactoriamente el curso efectuado y también, entregó palabras de gratitud para la dirección del CCP por facilitar los espacios y confiar en la transformación como camino de cambio. También, al equipo de trabajo de Gendarmería por el constante apoyo comprender que la reinserción laboral comienza con oportunidades concretas.
Luego la jefa técnica regional, Maribel Fernández, resaltó la fortaleza que tienen las alumnas por recibir la capacitación porque significa tiempo, tolerancia, desafíos personales porque tienen que aprender muchos conocimientos, es como empezar de nuevo.
“Todo ese es volver a creer en ustedes, volver a sentirse seguras en ustedes que pueden eso y mucho más. Esto es un comienzo de un grupo de mujeres que decidió aprender panadería, pero también decidió aprender conductas pro sociales para que mañana la posibilidad de reinserción esté, se acuerden que tienen una poderosa herramienta en la mano, que no solo tiene que ver con una certificación, sino que tiene que ver con todas las habilidades que ya aprendieron”, expresó.
La ceremonia continuó con palabras de dos alumnas del curso que agradecieron la enseñanza impartida en la oportunidad. “Este curso de panadería no solo fue un espacio para aprender a hacer pan. Fue una puerta que se abrió cuando más lo necesitamos. Fue una oportunidad de volver a creer en nosotras, para recuperar hábitos de responsabilidad, disciplina, sobre todo esperanza”.
Finalmente, el director del Sence Iván Escare, transmitió el orgullo que sienten como institución porque acredita la recepción de diplomas que indica la entrega de los conocimientos del curso. “Este es un significado muy grande para ustedes, por la oportunidad que se dan de aprender algo nuevo, es además, la esperanza de ser personas diferentes, que se empoderan al aprender un oficio y creen más en ustedes”.
La parte emotiva del encuentro, fue la entrega de los certificados que acredita el término del curso y entrega a nuevas potenciales panaderas y pasteleras para que pueden trabajar y ejercer un oficio en su nueva vida.
