Helados, bebidas frías y variedad de postres son algunos de los alimentos que se consumen con más frecuencia en verano. Sin embargo, para algunos, puede llegar a ser una actividad poco agradable si no se tiene cuidado con la salud bucal.
La aparición de caries y sensibilidad dental son algunas de las afecciones que atormentan a las personas durante esta época. Si bien son anomalías que pueden aparecer en cualquier momento, la sensación de molestia se acentúa en estas fechas porque, además de ingerir alimentos fríos, se descuida la higiene y la alimentación.
Es por ello que, el odontólogo de Vidaintegra, Felipe Rivera, entrega recomendaciones para disfrutar de las comidas en verano sin complicaciones.
“Dado que durante esta época se desordena la rutina, nos relajamos con la higiene bucal por estar fuera de casa, o los alimentos no son tan regulares. Hay que tratar de cepillarse bien los dientes después de cada comida, ocupar al menos una vez al día el hilo dental básico, si vas de viaje, portar un cepillo, y no saltarse este hábito”, explica Rivera.
Sensibilidad dental
La sensibilidad dental ocurre cuando existe un desgaste en la capa exterior del diente (esmalte) o por la exposición de la raíz por una recesión gingival.
De acuerdo al especialista de Vidaintegra: “Las causas de la sensibilidad también pueden estar relacionadas a las caries y a las restauraciones defectuosas”, por lo que, además, recomienda asistir al dentista periódicamente.
¡Cuidado con las caries!
Alimentos como el helado suelen ser uno de los preferidos en verano, pero hay que tener cuidado con este y otros alimentos. “Si el paciente aumenta el consumo de azucares refinados y dulces, es probable que favorezca la aparición de caries, sobre todo si le agregamos el factor de que no siempre la persona está cerca de un baño para cepillarse los dientes por estar en la playa o paseando”, sostiene Felipe Rivera.
No olvides tomar agua
Finalmente, las altas temperaturas propias de la estación pueden afectar el rendimiento diario, aumentando la sensación de letargo y cansancio. Es por esto que se aconseja mantener siempre una buena hidratación, no solo porque el agua protege la piel y tejidos de las encías previniendo complicaciones con otras enfermedades, sino también porque es responsable del funcionamiento de todo el organismo.
