Las investigaciones, desarrollos y aplicaciones de la energía solar, actualmente, son infinitas.
Principalmente en los Estados Unidos y Europa y desde hoy en México, se ha trabajado fuertemente en descubrir cómo lograr que las ventanas sean productoras de electricidad con la radiación solar.
Parece sacado de un libro de Julio Verne, pero ya es una realidad.
De hecho, investigadores del Instituto Tecnológico de la Laguna en México, han logrado producir 8 W de potencia por m2.
En términos generales, la producción de electricidad de un panel solar se basa en la existencia de 2 capas fabricadas de silicio, las cuales son dopadas con fósforo y boro para producir la transferencia de electrones desde una a otra, una vez que reciben los fotones del sol.
La potencia eléctrica generada, obviamente dependerá de la cantidad de celdas que tenga el panel solar.
Para mejorar las eficiencias de los paneles solares (llamados también generadores fotovoltaicos), los investigadores concentran sus esfuerzos en emplear diferentes materiales, cuya finalidad es la de lograr mayor corriente y energía por m2.
En el caso particular de los investigadores mexicanos, han trabajado combinando en cada una de las celdas dos materiales diferentes, una se hizo de cobre y zinc y la otra de selenio y telurio, destacando que la segunda resulta ser más eficiente debido a las características de conducción de sus metales
Por otra parte, aclarar que este tipo de productos ya están en el mercado, de hecho ya existen empresas en China y en España que fabrican este tipo de ventanas para ser instaladas en los edificios en construcción o en renovación de sus fachadas.
8 Watts por m2, por el momento, no es mucho para cubrir la demanda de un edificio, pero si permite realizar un aporte interesante al consumo global de la edificación. Y por supuesto, colabora de manera potente a la transición energética en la que el mundo entero está empeñado.
Esta nueva tecnología representa un gran interés, especialmente para satisfacer, por ahora, los consumos de menor potencia, como son la iluminación común del edificio, los estacionamientos y la luz exterior e interior, por ejemplo.
Lo anterior, no quita que los análisis económicos financieros, prontamente, permitirán concluir que esta nueva tecnología se verá usada en los consumos de mayor potencia de los edificios como son las bombas de impulsión y los ascensores.
Hernán Cortez Baldassano
Ingeniero Civil








