Sr. Director: Todavía hay empresas que piensan que la mejor forma de manejar la tecnología es prohibiéndola, así de simple, como si taparse los ojos evitara el problema.
La inteligencia artificial ya está acá: se usa en el trabajo, en la casa, en el celular. Creer que el control pasa por bloquear accesos es no entender el desafío que tenemos enfrente, porque lo importante no es evitar su uso, sino formar criterio para usarla bien.
Lo mismo pasó con Google, con los correos, con los smartphones. Al principio, todo estaba “prohibido”, y hoy nadie imagina trabajar sin ellos. ¿Qué cambió? La costumbre, pero no necesariamente el entendimiento.
Con la IA necesitamos acompañar, formar y regular con sentido, porque el problema no es el algoritmo, sino el humano que lo usa sin comprender su alcance. La herramienta puede ayudarte a escribir mejor, decidir más rápido o automatizar procesos, pero también puede inventar datos, perpetuar sesgos o eliminar todo pensamiento crítico.
Prohibir no es estrategia, es evasión, y esto, en tiempos de cambio, es retroceso.
José Ignacio Camus
Director Admiral Compliance, Co-Founder AdmiralONE