El análisis de un tema sensible para la sociedad y en especial para la labor que desarrolla Gendarmería en los penales penitenciarios de la región, se desarrolló en los salones de la Mutual de Seguridad, el seminario “Pesquisa Oportuna de la Conducta Suicida”.
La actividad estuvo encabezada por la coronel Nélida Troncoso y contó con la asistencia de funcionarios y funcionarias de las diferentes unidades penales de la región.
A cargo del seminario estuvieron las psicólogas Romina Camilo y Claudia González, de la sección de Salud del Personal, del departamento de Salud de Gendarmería, más la colaboración de los psicólogos de la dirección regional, Mauro Sáez, Ingrid Villarroel y los funcionarios Patricia Segovia, José Padilla y Raúl Barriga.
El objetivo del encuentro fue resaltar la guía de preparación y prevención de una crisis, destacando que el suicidio es un acto de quitarse deliberadamente la vida. Los hombres tienen una tasa de suicidio cuatro veces mayor que las mujeres, además, que el suicidio no distingue situación económica, género, edad, nacionalidad ni nivel educacional.
También, se destacó las señales que llaman a estar alerta porque se habla sobre el deseo de morir o terminar con el sufrimiento. El aislamiento de amigos, familiares o compañeros. Los cambios bruscos en el ánimo o comportamiento. Muestras de desesperanza o miedo al futuro. Otra seña que permite estar aleta es la despedida inusual o entrega de pertenencias. El incremento en el consumo de alcohol o drogas, los antecedentes de suicidios en personas cercanas, entre otros.
Se dijo que lo que se tiene que saber en estos casos es la prevención del suicidio. Para ello tener estrategias de acciones dirigidas para evitar el acto de terminar la vida.
En los factores de protección está la acción que pueden repercutir de manera positiva en la vida de una persona para disminuir el acto suicida. En tanto que los factores de riesgo cuentan con acciones que afectan de manera negativa y aumentan el riesgo de cometer acto suicida y las señales de alerta, se manifiestan en conductas que realizan las personas que se encuentran en riesgo inmediato.
Mientras que se recomendó qué hacer si se está en presencia de una persona que manifiesta acto suicida es escuchar activamente, con atención y sin interrupciones. Buscar ayuda de inmediato en un servicio de urgencia si la vida de la persona está en riesgo y validar y acoger lo que la persona siente o expresa, sin minimizarlo.
En tanto lo que no se debe hacer es restar importancia a lo que ocurre o dejar sola a la persona. Guardar el secreto de quien corre peligro por su vida. Juzgar, minimizar o dar falsas esperanzas, regañar, gritar o descalificar a la persona que está en crisis.
