¿Por qué EE.UU. provoca y escala la guerra comercial contra China? Echémonos un vistazo a dos sucesos post II Guerra Mundial.
Para estrangular la Unión Soviética de ideología totalmente distinta, EE.UU. lideró la Guerra Fría completa que incluía una guerra comercial para atacarla en todos los sentidos hasta que se desintegrase finalmente.
Para contener el desarrollo industrial y tecnológico de Japón, EE.UU. creaba conflictos comerciales en distintas etapas. Cuando el PIB japonés se acercaba al 60% del americano, EE.UU. le consideraba como la mayor amenaza y tipificaba sus delitos económicos y comerciales, limitaba el acceso de mercado a sus productos como los automóviles, telecomunicación, equipamentos médicos y semiconductores haciéndole sumergirse en dos décadas perdidas.
Hoy el PIB chino también llega al 60% del americano y el país entra en un periodo de desarrollo de alta calidad con ascenso a nuevo formato de las industrias y tecnologías. Esto hace inquietarse a los americanos, quienes no quieren ver la nación china materialice su gran revitalización y sospechan que China se convirtió en una amenaza inminente. De hecho, materializar la gran revitalización de la nación es el Sueño Chino por el cual su pueblo ha venido luchando infatigablemente después de la Guerra del Opio desatada por los ingleses en 1840. La única ruta factible es recorrer el camino socialista con peculiaridades chinas y lograr la prosperidad del país, el renacimiento de la nación y la felicidad del pueblo.
La reforma y la apertura de los últimos 40 años hace que China se convirtió en la 2ª economía, propulsor y estabilizador mundial. El desarrollo chino benefició a todos los países del mundo incluso EE.UU. China toma como responsabilidad propia defender la paz y promover el desarrollo en relaciones internacionales sobre la base de cooperación para lograr el desarrollo conjunto. No toma a ningún país como competidor y menos aún como enemigo, sino busca superar a sí misma. Si abogara por China Primero como hace EEUU, no habría planteado las iniciativas de la Franja y la Ruta de Seda que beneficiaron a casi 100 países. Como indicó el Presidente Xi Jinping, el Sueño Chino es el sueño de paz, desarrollo, cooperación y ganancia compartida.
Sin embargo, EE.UU. no lo ve así. Siempre considera a China su competidora. Si se compiten, se deben hacer bajo reglas de juego reconocidas mundialmente que son de la OMC. Pero EE.UU. quiere ser jugador y árbitro al mismo tiempo e impone sus propias normas. Así ya se ve que su guerra comercial tiene un solo objetivo de mantener el status hegemonista y supremacía absoluta conseguidos desde 1894 interrumpiendo el camino de desarrollo de China como hacía con la Unión Soviética y Japón.
China es el primer socio comercial de muchísimos países. La guerra comercial provocada y escalada por EE.UU. impacta negativamente a China de forma directa, también afecta al propio EEUU y a los demás países como Chile. China no la quiere en absoluto. Siempre aboga por el espíritu de respeto mutuo, igualdad y beneficio recíproco en el comercio de entre países. Llama a EEUU volver a la razonabilidad. Cabe destacar que el planeta en que convivimos ha entrado en el siglo XXI y la ley de la selva ya no sirve. Sólo la cooperación es el camino de salir ganando entre todos.
Chen Ping, Cónsul General de China en Iquique.