En los 3 años de ejecución de la Iniciativa Red SIPAN, las y los profesionales del Programa de Desarrollo Territorial Indígena INDAP-CONADI, PDTI, han sido un apoyo fundamental en las diversas actividades impulsadas en los territorios en donde opera dicha iniciativa. A su vez, a través de la coordinación y articulación con las direcciones regionales de INDAP, se ha logrado canalizar la realización de actividades que aportan a los objetivos estratégicos de SIPAN en el marco de sus respectivos Planes de Trabajo Anual.
Esto se ha visto fuertemente reflejado, en las acciones que han sido pioneras y a la vez recomendadas tras la implementación por ejemplo del plan de manejo para el sistema de agricultura en eras y terrazas. Es el caso de las jornadas teórico-prácticas para la elaboración de biopreparados junto a los agricultores y agricultoras, y/o la gestión de estudios para analizar las propiedades químicas y biológicas de estos mismos biopreparados.
Para Carlos Pallacán, Coordinador de la Iniciativa SIPAN en el Territorio Altoandino y Precordillera Norte, la labor y acompañamiento de los PDTI en las distintas acciones que aborda SIPAN ha sido fundamental. “Sin duda que el trabajo colaborativo durante estos años, a través de instancias de capacitación y jornadas prácticas en terreno, ha permitido ir abriendo y escalando espacios en torno a la importancia de la producción o los procesos de transición hacia la agroecología, como a su vez, realzar los conocimientos y prácticas tradicionales propias de las comunidades campesinas e indígenas que aportan a la conservación y la diversidad agrícola presente en los territorios, los cuales sustentan la seguridad y soberanía alimentaria de los pueblos” señala el profesional.
En el caso de la comuna de Camiña, a cargo de las actividades del Programa de Desarrollo Territorial Indígena estuvo Angélica Flores y Luis Maita. Ellos, colaboraron en la realización de un taller de ácidos húmicos en la localidad de Nama, con la finalidad de fortalecer la materia orgánica y estructura de los suelos, de esta manera contribuir al desarrollo vegetativo mediante el fortalecimiento de raíces de agricultoras y agricultores con campos que poseen cultivos de ajo, habas, papa y maíces. A su vez, esta labor apunta a regular el pH del suelo y aumentar la actividad de microorganismos, lo que se considera crucial en un proceso de transición agroecológica donde se busca reducir concentración de nutrientes de efecto salino producto del uso de fertilizantes sintéticos.
Según Santiago Rojas, director nacional de INDAP, “Creemos que la conservación de los sistemas tradicionales y ancestrales de producción son fuente de soberanía para la seguridad alimentaria nacional. En el territorio Altoandino buscamos reconocer el sistema de agricultura en terrazas y la ganadería camélida. Para ello, incorporamos los criterios de conservación del patrimonio de la biodiversidad en nuestra oferta programática, principalmente en el Programa de Desarrollo Territorial Indígena (PDTI). En esa línea. continuaremos destinando un 5% del Fondo Único de Financiamiento a las unidades operativas que se encuentran en territorio SIPAN, para generar un impulso a sus inversiones productivas y capital de operación. Profundizaremos en las capacitaciones orientadas a temáticas de patrimonio agrícola, agroecología, conservación de semillas, entre otras. Por último, estamos impulsando acciones para dinamizar y diversificar la economía local y la generación de ingresos a partir del fortalecimiento del Turismo Rural, la comercialización inclusiva y el desarrollo de productos con mayor valor agregado”, señala la autoridad.
La Iniciativa Red SIPAN busca reconocer y conservar sistemas importantes del patrimonio agrícola nacional, con la creación de una red de territorios en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Biobío y La Araucanía. Esta iniciativa cuenta con la supervisión y apoyo técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) gracias al financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) y es impulsada por el Ministerio de Agricultura de Chile a través de ODEPA, INDAP, CONAF y CONADI.