La única oficina salitrera que funciona desde 1926 en el país como tal es María Elena. El investigador Claudio Castellón la califica con razón como “el último bastión” de la industria salitrera. Perteneció a la Anglo-Chilena, después a la Compañía Salitrera Anglo Lautaro, luego a la Sociedad Química y Minera de Chile S.A. y hoy pertenece a SQM.
Enclavada en medio de un lago seco, a casi 200 kilómetros al norte de Antofagasta y a 78 al este de Tocopilla, siempre tuvo deportistas destacados y luce galardones en diversas disciplinas.
Una de esas figuras notables logró llegar al fútbol profesional después que en una de las giras del Club Unión Española a la zona, directivos hispano lo vieran jugar. Esa figura insigne era Manuel “Lito” Contreras Ossandón y lo enrolaron de inmediato en sus filas jugando entre 1952 y 1954.
Luego fue contratado por Green Cross, el equipo de los “pijes”, como era conocido en aquellos años, donde jugó desde 1955 hasta el fatídico mes de abril de 1961, cuando el avión en que viajaba se estrelló en un cerro cerca de Linares. Fue una tragedia que enlutó no sólo al fútbol nacional sino a todos los pampinos de María Elena. Lito Contreras fue todo un caballero, un jugador de excepción con condiciones de crack, en su puesto de centrodelantero.
Aunque la Compañía Salitrera Anglo Lautaro tenía todos sus recintos deportivos para sus trabajadores y familias, nunca le puso nombre al Estadio de Fútbol.
Tuvieron que pasar 57 años hasta que en noviembre del año pasado, el alcalde y Concejo Municipal de la Comuna de María Elena, decidieron denominar al flamante nuevo estadio, con pasto sintético y todas sus dependencias de primer nivel, con el nombre del crack Lito Contreras.
Sus sobrinos Luciano y Estanislao Ossandón Rojas, y su sobrino nieto, Manuel Ossandón Carvajal y de toda la familia, siempre lo habían soñado. “Se logró 57 años después de la tragedia donde murieron 24 personas, entre ellos, ocho jugadores del Green Cross, su entrenador y el kinesiólogo, quienes viajaban de Osorno a Santiago después de haber disputado un partido por la Copa Chile. Entre ellos viajaba mi tío. Para la familia fue un dolor que nunca desapareció. Una pena inmensa porque, de verdad, mi tío era un ser excepcional con una enorme llegada entre los pampinos de María Elena, quienes se sentían orgullosos de tener un representante en el fútbol nacional”, recuerda Luciano, quien también jugó en Green Cross junto a su hermano “Tani”, quien vistió la casaquilla de cadetes del Green Cross.
Lito Contreras nació en María Elena el 8 de octubre de 1928 y murió el 3 de abril de 1961. Pertenecía a una antigua familia de pampinos salitreros y amantes del fútbol.
Su familia, con amigos del barrio de las calles Caupolicán, Galvarino, Edwards y otras, fueron los fundadores del Club Caupolicán, donde Lito hizo sus primeros pases y goles. Y, cuando llegó la hora de ir a la educación media, fue matriculado en el Colegio Don Bosco de Iquique, donde era visitado por todos los pampinos de María Elena que venían a cumplir con el Servicio Militar al Regimiento Carampangue. (SMB) (La fotografía es de Cristián Rojas Ossandón)
*El autor de esta nota se siente orgulloso de ser oriundo de la oficina salitrera María Elena. Y más orgulloso aún de haber conocido a Lito Contreras y su gran familia.









