Con signos propios de su identidad y profunda devoción, delegaciones del Ejército, Armada, Fuerza Aérea, Carabineros y PDI participaron en una solemne Eucaristía presidida por el obispo castrense Pedro Ossandón, renovando su compromiso de servicio ante la Virgen del Carmen, Generala Jurada de Chile.
La mañana de ayer, en el pueblo de La Tirana, se celebró la tradicional Eucaristía de las Fuerzas Armadas y de Orden en honor a la Virgen del Carmen, Generala Jurada de Chile. La jornada comenzó a las 08:00 horas en la Cruz del Calvario con la acogida de las delegaciones institucionales por parte del rector del Santuario, padre Eduardo Parraguez Fernández, y del obispo de la Diócesis de Iquique, hermano Isauro Covili Linfati, quien dio palabras de bienvenida y fraternidad.
Uno de los momentos más significativos fue cuando el hermano Isauro entregó su báculo pastoral a monseñor Pedro Ossandón Buljevic, obispo castrense, para que presidiera la Santa Misa, en un gesto simbólico de comunión eclesial y servicio compartido.
Desde allí, las delegaciones marcharon en procesión hacia el Santuario para dar inicio a la celebración eucarística y rendir honores a la Carmelita, patrona espiritual de los uniformados. La liturgia fue acompañada por signos propios de la identidad militar y policial, destacando la presencia de autoridades, familias y representantes de las distintas ramas del Ejército, Armada, Fuerza Aérea, Carabineros y Policía de Investigaciones.
Durante su homilía, monseñor Ossandón destacó la figura de Jesús como el Buen Pastor, el Pan de Vida y el Buen Samaritano. Subrayó que “Jesús no solo nos enseña, sino que nos permite participar de su santidad. Nos alimenta con su Cuerpo y Sangre, y nos fortalece en nuestra vocación de servicio”. También dirigió palabras de gratitud hacia la Diócesis de Iquique y su obispo, reconociendo la cálida acogida recibida: “Nos da una inmensa alegría celebrar aquí, en este santuario que nos trae la presencia de la Virgen del Carmen a toda la patria”.
En un emotivo momento de su predicación, el obispo castrense se dirigió directamente a la Virgen, reconociéndola como “Generala en servicio” y renovando el compromiso de las Fuerzas Armadas y de Orden de servir con disciplina, entrega y amor a Dios y al prójimo. “Nosotros, militares y policías, te reconocemos como nuestra General. Te rendimos honores con la formalidad que nuestra vocación exige. Pero sobre todo venimos como hijos tuyos, con nuestras familias y nuestras historias, para pedir tu consejo y renovar nuestro espíritu de servicio”, afirmó con fuerza.
Finalizada la Eucaristía, se realizó el depósito de cirios encendidos por parte de representantes de cada una de las instituciones presentes, a los pies de la imagen de la Virgen del Carmen, como signo de ofrenda y compromiso. Luego, los asistentes se dirigieron a la cripta del Santuario, donde se vivió un íntimo momento de oración.