-La información fue entregada por el Museo Regional de Iquique, la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y Explora Tarapacá.
El hallazgo de una pieza fosilizada correspondiente a la mandíbula de un elasmosaurio,
reptil marino que habitó nuestro planeta hace aproximadamente entre 70 y 100 millones
de años, informaron el Museo Regional de Iquique, la Seremi de las Culturas, las Artes y
el Patrimonio y Explora Tarapacá.
La aparición de este fósil ocurrió durante el proceso de catalogación de una antigua
colección geológica del Museo Regional, dependiente de la Municipalidad de Iquique, la
que corresponde a los resultados de prospecciones realizadas a fines de la década del 50
por la Enap y Corfo. Según relató Luis Pérez Reyes, director del museo, arqueólogo y
magister en Paleontología, estuvo guardada durante largos años en depósitos y no fue
hasta el 2019 que, en el marco del programa de rehabilitación del edificio, se
“desempolvan” estas colecciones.
“El trabajo fue ejecutado por 11 tesistas y practicantes de la Universidad Arturo Prat,
quienes en conjunto durante el año 2022 y 2023 desarrollaron una catalogación
exhaustiva de toda la colección geológica. Una tesista, técnico en geología, registra una
extraña pieza y me consulta, como profesor guía, sobre mi impresión de lo que pudiera
ser esta rara forma. Con sorpresa, a ojo descubierto, mi primera impresión es que eran
restos de un fósil evidentemente, de fauna mayor, de un posible reptil marino y
tentativamente podían corresponder a un elasmosaurio por la forma de sus dientes y el
cráneo”, dice el director del Museo Regional, Luis Pérez, quien agrega que tendría una
data aproximada de entre 70 y 100 millones de años al corresponder al periodo cretácico
en el fin de la era mesozoica.
Agrega que, con el redescubrimiento de la pieza, se consultó con la doctora Karen
Moreno, de la Sociedad Chilena de Paleontología y Académica del Instituto de Ciencias
de la Tierra y del postgrado de Paleontología de la Universidad Austral de Chile, la que
confirmó que efectivamente correspondía a los restos fósiles, de la sección del cráneo,
con un alto porcentaje de probabilidades de que sea un elasmosaurio.
“Basado en mi experiencia y observando el sustrato portador o el tipo de roca en el que
está fosilizado el espécimen, es que identificamos que son lutitas, posiblemente
provenientes del sector de Morro Tarapacá. Digo posiblemente porque no tenemos
mayores antecedentes de algún registro sistemático para esta colección y esto se debe a
que a finales de la década del 50 estas eran recolecciones en el marco de las actividades
de la Enap para conocer los potenciales mineralógicos para explotar en el norte grande
tras el decaimiento de las salitreras”, puntualizó Luis Pérez.
EDUCACIÓN
Con la información existente, la seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio Rose-
Marie Acuña, explicó que el fósil de elasmosaurio es Monumento Nacional en la categoría
de Monumento Paleontológico, protegido por el solo ministerio de la Ley 17.288 del
Consejo de Monumentos Nacionales, quedando a resguardo en el Museo Regional de
Iquique.
“Para nuestro ministerio es muy relevante este descubrimiento, no solo por su valor
paleontológico, sino que por ser parte de nuestro patrimonio regional. Queremos educar
sobre esta pieza y por eso, junto a niños y niñas de la región realizamos en Cecrea las
experiencias “Réplicas de Historia: crea tu propio fósil”, una salida a terreno al sector de
Chanavayita junto a Explora Tarapacá y hoy terminamos con la socialización de este fósil
y el conversatorio “Huellas del tiempo: Las rocas nos cuentan de la historia”. Queremos
enseñar a las nuevas generaciones la importancia de la protección del patrimonio”,
precisó Rose-Marie Acuña.
Por su parte, el paleontólogo de Explora Tarapacá, Darío Bravo Ortiz, destacó que a la
fecha la región de Tarapacá era conocida por huellas de dinosaurio “y encontrar que no
solo hay huellas, sino que también registros óseos de la época de los dinosaurios, es
bastante impactante”, junto con exhibir una réplica especulativa que elaboró y que da
cuenta del tamaño que tendría el resto del cráneo del animal, estimado en unos 10 metros
de largo a cuerpo entero.
“Los registros de plesiosaurios, que son este tipo de reptiles prehistóricos, ya se han
encontrado en Chile. De hecho, en los primeros fósiles hallados en Chile, en el año 1848,
se nombró la existencia de un eventual plesiosaurio chilensis. Luego en la Isla Quiriquina
hay otro registro de este mismo grupo, elasmosaurio, aunque un poco diferente, de
cabeza más grande y cuello más corto, que se le denominó Aristonectes Quiriquinensis.
El año 2020 apareció un nuevo registro de elasmosaurio en la región del Maule”, agregó
el paleontólogo.