Aunque en su tiempo fue un prestigioso médico y bastante reconocido en la sociedad, para el común de la gente no, ya que al leer de tema nos fijamos principalmente en la vida de los soldados y no en quienes se encargaron de todo lo que es la logística y entre todo esto de la importantísima labor cumplida por el servicio sanitario en toda la guerra.
Nace en el puerto de Valparaíso el 19 de marzo de 1845.
Se titula de médico cirujano a muy corta edad y parte de dedicarse a la medicina, sus pasos en política lo unen al Partido Radical.
Siendo diputado durante el tiempo de la guerra, es nombrado Superintendente del servicio sanitario en Campaña durante la Guerra del Pacífico, cargo que le exigía coordinar todo lo relacionado con las ambulancias, labor fundamental para la supervivencia de los combatientes, que desempeñó con profesionalismo sin igual.
Según la repartición de medallas, se encuentra en las acciones más importantes de cada una de las campañas: San Francisco, Tarapacá, Tacna, Arica, Chorrillos y Miraflores.
Vuelve a Chile junto a las tropas del general Baquedano en el año de 1881, para continuar con su carrera política ahora como senador de la República.
Muere al mismo tiempo que retornaban a Chile los batallones olvidados, en Santiago el 14 de octubre de 1884, víctima de una pulmonía fulminante.
Sus restos fueron conducidos al Cementerio General hasta el Mausoleo familiar.
En una guerra todos hacen que el país triunfe.
Un hombre solo muere cuando se le olvida…
Por Mauricio Pelayo