Señor Director: Tuve que viajar a Santiago y eso me permitió ver que las obras que se ejecutan en el aeropuerto de Iquique aún no terminan.
Si no me equivoco llevan más de dos años. Y en Santiago que son obras gigantescas ya terminaron una parte.
Todo esto genera una serie de molestias e incomodidades a los pasajeros, los que tienen un espacio reducido desde la entrada al recinto.
Ya dentro, en las dependencias que están con espacio reducido la mascarilla contra el covid es esencial porque las aglomeraciones son increíbles. Cuando hay embarques en los charters contratados por la minería para sus cambios de turnos, que son constantes, las largas «colas» achican los espacios y, en ningún caso, se está respetando el distanciamiento que está marcado, pero que no sirve de nada. Tampoco las mascarillas aguantan tanta transpiración.
Y la guinda de la torta. En el segundo piso hay un baño para hombres y uno para mujeres, los que provocan ¡colas! para orinar. En mi vida había visto «colas» para orinar. O sea, el colmo de los colmos. Imagínense los olores que salen de esa zona que seguro está contaminada. Además, la frecuencia de uso no permite un aseo riguroso. Para qué hablar de infecciones latentes.
Es evidente que la autoridad sanitaria no ha concurrido a fiscalizar. De lo contrario, ya habría clausurado los baños y sugerido alguna alternativa apropiada para superar la situación. Pero no. Como digo, es evidente que no han concurrido al lugar.
Como se juntan los pasajeros de las líneas respectivas frente a los counters también se forman las «colas». Por ejemplo, el día 7, para el vuelo de las 20.30 horas (citan dos horas antes) en el vuelo de Sky Airlines dos funcionarias atendieron a ¡204 pasajeros! Se armó un «despelote» porque más de la mitad de los pasajeros eran extranjeros que viajaban con sus guaguas en coches y llevaban más de tres maletas cada uno más las mochilas, chaquetas, ponchos, etc. Uno hasta trató de meter un toldo y no quería pagar sobrepeso. Tanto así que desde el avión devolvieron varias maletas abajo lo que demoró el viaje, por supuesto. Como se juntó tanta gente frente al counter de Sky sobrepasaron el espacio de Latam por lo que los empleados de esa compañía salieron a correr la fila de Sky y comenzaron las discusiones por el desorden que se formó en la famosa «cola» serpenteante que iba de un lado a otro.
La paciencia de muchos se agotó en las «colas» y comenzaron las discusiones entre unos y otros, todos «achoclonados». Fue un episodio increíble que está sucediendo a diario en nuestro aeropuerto que ha demorado sus trabajos más de la cuenta.
Las señoritas que estaban atendiendo en los counters y los que cargan las maletas, estoy seguro, que sufren un estrés severo y su salud mental debe andar pésimo.
Ojalá las autoridades que tienen que ver con este tema, se preocupen de la situación que, en ningún caso, ha terminado.
R. L.H.