“Durante toda la vida me he dedicado a la crianza de animales. Ahora crío más que todo conejos, pero con la lluvia se mojó la alfalfa con la que los alimentaba y murieron más de cien conejitos. Los más pequeños no soportaron el forraje húmedo y sólo quedaron los adultos”, comentó triste el ganadero Ernesto Copa Choque (45), quien fue uno de los campesinos afectados por las lluvias estivales producto de la “alta de Bolivia”.
Ernesto y pertenece a una familia de ganaderos de la localidad de Soga, al interior de la comuna de Huara, una de las más afectadas junto a Camiña por las recientes precipitaciones altiplánicas. Hace más de 20 años que trabaja la tierra y cría animales, y lamentó no tener alimentación para los 40 conejos que le quedaron, 5 chivos y cerca de 30 cuyes.
Su historia no es la única, pues fueron cientos los ganaderos de la provincia del Tamarugal que vieron a sus animales amenazados por la falta de comida seca y que hoy reciben apoyo del Instituto de Desarrollo Agropecuario, INDAP Tarapacá.
Ochocientos cincuenta fardos de alfalfa entregó INDAP en el gimnasio techado para ayudar a los ganaderos que vieron mermada la alimentación para sus animales. El aporte beneficia a más de 85 usuarios de la aludida comuna, quienes reciben hasta 10 fardos cada uno, explicó Iván Cerda Fuentelzar, director regional (s) de INDAP Tarapacá.
En ese sentido, Cerda detalló que como institución que apoya el desarrollo de la Agricultura Familiar Campesina, saben que deben ir en ayuda de los usuarios más afectados. Es por ello que dispusieron de su Programa de Desarrollo Territorial Indígena (PDTI), bajo la línea del Fondo Único de Financiamiento para entregar forraje a los ganaderos que registraron mayores pérdidas, inversión que asciende a $8.687.000.
Los ganaderos como Ernesto Cayo destacaron la entrega, que va en directa ayuda de sus animales. “También tengo unos chivos, así que agradezco a INDAP, porque como siempre están apoyando a los pueblos del interior”, remarcó.
Su padre Erasmo Copa Cayo (75) también recibió forraje. “Yo perdí cerca de 40 conejos chiquitos, porque el alimento estaba húmedo y sus estómagos no lo pueden soportar y mueren”, comento agradeciendo a la institución por su entrega.