De todas partes del mundo, se comenta el show de drones en playa de Cavancha, considerado el mejor espectáculo de año nuevo de los últimos tiempos. Que orgullo, que honor, ver a mi Iquique glorioso en el centro de la noticia y en la conversación cotidiana, que traspasa las fronteras del dragón. En la tierra de Gabriela Mistral, sólo reconocimientos a tan magno evento, lo mismo sucede en países como Perú y Bolivia.
Como destellos fugaces del universo, una tierra lejana que el naturalista Charles Darwin la consideró en ciernes una miserable caleta. Y que gracias al mineral de plata, salitre y el guano, se convierte en la reina del desierto, un tesoro escondido, una joya para los ojos de un niño.
Iquique sale al mundo por nombrar algunos, con el Tani, Arturo Godoy, Raúl Choque, con la poeta iquiqueña María Monvel; considerada uno de los talentos literarios de América Latina a comienzos del siglo XX, la promotora del derecho femenino; Elena Caffarena y el grupo Calichal que ganó la competencia folclórica en el festival internacional de Viña del Mar. Como olvidar este acontecimiento dios mío, si con la madrecita apagamos la cocina para irnos presurosas a cantar «La Reina del Tamarugal» en la plaza Condell.
Después de la gran apuesta y espectáculo de mil drones poblando el cielo Iquiqueño, y dibujando un óleo perfecto de diecisiete figuras icónicas del norte y del año nuevo, uno queda con la sensación de estar gravitando en un sueño imposible, una maravillosa alarma, un tren de sobresaltos, un suspiro en una noche de verano, un deseo inconfesable que acaba de salir a la luz y setenta mil almas emocionadas hasta las lágrimas para recibir el nuevo año.
Sucedieron muchos milagros, los ojitos curiosos se inclinaban hacia arriba para aplaudir al dragón , símbolo del gran amor de nuestras vidas, un equipo que se formó con la herencia de los históricos en el fútbol amateur y que ascienden en 1979 . Altos y bajos han transitado los jugadores, una fidelidad de la hinchada que ha marcado un precedente. Una banda del dragón que alienta, entusiasma y contagia con el bombo tiraneño, la alegría de vivir a la zona más desértica del país. El año pasado se logró un puesto dentro de los grandes, un tercer lugar después de haber ascendido de Primera B. Después de 8 años, se clasificó a la copa libertadores y ese sueño continental estaba dibujado en el cielo, como una estrella del firmamento.
El cielo iquiqueño se estremece con frenesí, con la proyección de Prat para el puerto inmortal. Arturo Prat Chacón, es nuestro héroe nacional. Su valentía y liderazgo durante la Guerra del Pacífico, lo convirtieron en un símbolo de fuerza y resiliencia. La épica de Prat fue registrada en primeras planas de diarios en todo el mundo. La cultura japonesa asimila las virtudes ideales de un guerrero a las características esenciales de un samurai y entre ellos destaca al marino chileno.
Gabriela Mistral, la poeta nacional y premio Nobel, dijo de Arturo Prat: “No necesitamos recurrir ni a Grecia, ni Roma, si Prat fue toda Esparta”.
Sonia Pereira Torrico
