En estos tiempos de Pandemia, entre varias opciones, yo destacaría dos miradas muy relevantes de ver la situación, como un problema o como una oportunidad, es decir, podemos abordarlo como un maestro que nos ha venido a recordar que depende de nosotros recuperar el equilibrio y la armonía en nuestro planeta, y preguntarse si ¿debemos continuar pensando en vivir bien o aprender a saber vivir?, ya que Tanto el Cambio Climático del cual somos todos responsables, así como las crisis tanto sanitaria, como económica que están ocurriendo a nivel global, se deben al desequilibrio producido por acciones del hombre en su relación con todas las formas de existencia. En este sentido, la oferta educativa inclusiva de la JUNJI, en la Región de Tarapacá, tienen un rol preponderante más aun cuando hablamos de educación inicial, que es la etapa de la vida donde se forman los ciudadanos del futuro. Dicho lo anterior, queremos compartir con la comunidad, que a partir del mes de junio, se desarrollará en la región el convenio interinstitucional entre JUNJI y CONADI, el cual en su principal objetivo, involucra la incorporación de Educadores de Lengua y Cultura Indígena (ELCI), quienes a través de un trabajo remoto, ¡en buena hora!, han impulsado la construcción de un material bibliográfico para el fortalecimiento de una educación intercultural con pertinencia cultural, que responda al contexto local, basada en el “Suma Qamaña”, el equilibrio material y espiritual del individuo (saber vivir) y la relación armoniosa del mismo con todas las formas de existencia (saber convivir), en otras palabras, esta es una relación o vivencia interactiva, cotidiana, que implica vivir con lo necesario y suficiente dentro de un modo de vida austero y diverso, basado en el cariño, que no excluye a nadie. Este documento estará a disposición de quienes deseen conocer el rol que desempeñan los ELCIS y sus diversas formas de desarrollar la didáctica intercultural, para la diversificación de la enseñanza y construir y valorar la diversidad en educación parvularia.
Por otra parte, es importante, contarle a la comunidad que en el mes de junio, se celebra el año nuevo aymara, Willkakuti, Machaq Mara, éste se celebra el 21 de junio de cada año en Argentina, Bolivia, Chile y Perú, el cual simboliza el retorno del sol y el nuevo ciclo agrícola. Este es un hito importante para la cultura aymara local, por cuanto estaremos a través de las diferentes plataformas enviando algunas experiencias educativas que las familias podrían desarrollar en casa con niños y niñas, para enseñarles desde la cuna que existen diversas formas de contribuir con la sustentabilidad produciendo sus propios alimentos a través de un huerto, de preparaciones gastronómicas con un buen aporte nutricional, a respetar y cuidar a la madre tierra a través de cuentos y relatos, entre otras.
En otro ámbito, es importante también, contarle a la comunidad que en términos de interculturalidad, la cuarentena también puede ser una oportunidad para las familias y especialmente para los adultos responsables de niños y niñas, para conocerlos y fortalecer los vínculos familiares. En este sentido, les sugerimos escucharlos y observarlos con atención sus pensamientos, sus intereses, su forma de ver lo que está ocurriendo, a reconocerlos como personas sabias y ayudarlos a reconocer sus diferentes emociones, de manera de fortalecer en ellos una autonomía emocional que les permita tener una buena salud emocional. En la misma línea los invitamos a jugar, a reírse juntos y sobre todo a expresarles verbalmente cuán importante son ellos en su vida y agradecer, que pasar tiempo junto… ¡Es la mejor forma de vivir en este contexto! Dayanna Figueroa Sepúlvea, asesora intercultural, JUNJI Tarapacá