La comunidad
científica del país ha mostrado su enérgico rechazo al proyecto de Ley,
recientemente aprobado por la Cámara de Diputados y que deberá ser discutido en
la comisión de Salud del Senado, en torno al autocultivo de marihuana en Chile
y que busca modificar la actual Ley de Drogas.
Si bien este proyecto pretende despenalizar el uso terapéutico de productos
derivados del cannabis y el ya mencionado autocultivo, mediante una
prescripción médica, es preocupante que no se tengan presenten las evidencias
científicas que aportan información fundamental para la toma de decisiones y
sus posteriores políticas públicas.
No existen pruebas de que la marihuana genere beneficios adecuados y seguros
para un tratamiento. Por el contrario, los efectos negativos que tiene el uso
de estas sustancias o sus derivados para la ciudadanía, específicamente en
menores de 20 años, si son de conocimiento comprobado.
Prueba de ello es lo expuesto por el Colegio Médico, dando respuesta a cada
punto referente a los supuestos beneficios médicos de la marihuana. Sin dudas
es un tema en el cual debemos seguir investigando y el llamado es a las
universidades a profundizar en investigación básica, clínica y de salud
pública. Si los estudios determinan algún uso beneficioso y que sea aprobado
por las instituciones de salud de nuestro país, recién ahí podemos avanzar en
políticas públicas que sean basadas en la evidencia científica, de lo contrario
estaremos dando un irresponsable paso en falso, poniendo en riesgo la salud de
nuestros jóvenes.
Patricio Silva
Decano Facultad de Ciencias de la Salud, U. Central