- El 44% de los trabajadores enfrenta niveles históricos de estrés y solo el 21% se siente comprometido con su trabajo. En Chile, leyes como la Ley Karin, la cual cumple seis meses desde que comenzó a regir, buscan proteger el bienestar de los empleados, pero las empresas aún tienen mucho por hacer.
El bienestar de los trabajadores se ha convertido en un tema central para la productividad y la retención de talento. Según un estudio de Gallup, sólo el 21% de los empleados a nivel mundial se siente realmente comprometido con su empleo, mientras que el 44% reporta haber enfrentado altos niveles de estrés el día previo a ser encuestados. En Chile, estas cifras son un llamado de atención para que las empresas prioricen el bienestar de sus equipos.
“El bienestar laboral se trata de garantizar que las personas cuenten con un ambiente saludable tanto física como emocionalmente. Esto incluye desde la flexibilidad laboral hasta el apoyo a la salud mental, aspectos que se ven impulsados por leyes como la Ley Karin, enfocada en proteger la conciliación laboral y familiar”, explica Sandra Castiblanco, directora Académica y Co Fundadora de Acción Global.
La globalización, la irrupción tecnológica y la demanda de mayor equidad en el entorno laboral están también cambiando las reglas del juego. Además, se cumplen seis meses desde que comenzó a regir la Ley Karin, un hito que busca fortalecer la protección del bienestar laboral, junto a otras legislaciones complementarias como la Ley de Conciliación Familiar.
En Chile, un estudio de Criteria revela que las generaciones X, Y y Z comparten prioridades similares: un buen sueldo, un clima laboral positivo y oportunidades de desarrollo profesional. “En nuestro país, muchas empresas aún enfrentan dificultades para integrar generaciones distintas, implementar tecnologías que favorezcan el trabajo remoto y crear entornos inclusivos donde los colaboradores se sientan valorados. Sin estas condiciones, la retención de talento se ve comprometida. Además, el bienestar ambiental, desde el uso de espacios más sostenibles hasta la inclusión de energías renovables, también juega un rol importante en el futuro laboral”, comenta Castiblanco.
La adaptación generacional también está en el centro del debate. Mientras los Baby Boomers valoran la estabilidad y demuestran capacidad de adaptarse a nuevas tecnologías, la Generación X prioriza el equilibrio entre vida personal y laboral. Por su parte, Millennials y Generación Z buscan propósito, inclusión y flexibilidad, además de prácticas sostenibles que reflejan valores sociales y ambientales.
“En Chile, aún se ven empresas que funcionan bajo modelos de gestión obsoletos. Por ejemplo, muchas todavía penalizan el trabajo remoto o evitan invertir en capacitación sobre salud mental. Estas prácticas generan ambientes de alta rotación y bajo compromiso”, agrega Castiblanco.
Las organizaciones que logren integrar estas prácticas atraerán talento y se posicionarán como referentes en el futuro del trabajo. Como concluye Castiblanco, “las compañías deben entender que el bienestar no es un gasto, es una inversión clave para alcanzar el éxito organizacional”.








